La plaza del Ayuntamiento de Toledo albergaba ayer dos vivencias antípodas. Unas monitoras animaban a bailar bachata o zumba en el escenario con el sonido a todo volumen; apenas a 20 metros, la hija y la hermana de la víctima del asesinato aguardaban junto a los periodistas el avance de la sesión con jurado popular. Aún no se puede seguir en la Audiencia Provincial los juicios con tribunal popular a causa de la Covid-19.

«Solo espero justicia», decía a las puertas de la Audiencia Provincial Sheila, la hija de la víctima. Tenía 15 años cuando ocurrió el asesinato y se encontraba con su abuela pasando unas fiestas en Madrid. «Todo lo recuerdo muy mal. Triste. Todo me parece injusto», señalaba a los medios de comunicación.

Sheila reconoció que ayer sintió más inseguridad que nunca en estos años porque podía ver a los acusados. «No he hablado con ellos ni quiero», indicaba la joven de 19 años, quien expresaba que su hermano, herido por los disparos, continúa con psiquiatras.

El miedo ha aumentado, según precisó Sheila, con la reciente puesta en libertad del presunto sicario y de 'El Vacas' al pasar el plazo máximo de cuatro años de prisión preventiva. Sheila tenía previsto testificar hoy.

policía judicial. Por su parte, la hermana de la víctima resaltó la gran labor desempeñada por la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Toledo, por la pronta resolución del caso y el trato personal con los allegados. Más de cuatro años después, los agentes siguen pendientes del resto de las víctimas del asesinato del 4 de mayo de 2018.