La fusión Holcim-Lafarge entrega a Cemex la antigua fábrica de Yeles

J.A.J.-EP/Toledo
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La UE aprueba la compra de la cementera francesa, que conserva la única cementera activa de la provincia en Villaluenga, por la suiza Holcim, que vende instalaciones a los mexicanos. Cemex se reactiva en la provincia

Cemex refuerza la posición de su planta en Toledo (en la imagen) con la compra de una instalación competidora. - Foto: David Perez

La Comisión Europea ha aprobado este lunes con condiciones la compra de la cementera francesa Lafarge por parte de su rival suiza Holcim, una operación que creará la mayor cementera del mundo con operaciones en 90 países. La autorización de Bruselas está supeditada a la venta del negocio de Lafarge en Alemania, Rumanía y Reino Unido y de las operaciones de Holcim en Francia, Hungría, Eslovaquia, República Checa y España. En España, Holcim deberá deshacerse de su fábrica de cemento en Gádor (Almería) y la molienda de Yeles (Toledo), que ya ha anunciado que venderá a la cementera mexicana Cemex.

De este modo, la unión de dos gigantes del cemento presentes tradicionalmente en Toledo acaba reforzando al tercero en discordia.   Cemex recortó en 2012 la plantilla de su fábrica de Castillejo (Yepes) y la redujo de planta productora de cemento a mera molienda, lo mismo que hizo Holcim con su cementera en Yeles. Los dos movimientos supusieron unos 150 despidos. Sólo Lafarge ha mantenido íntegra su plantilla y la fabricación de cemento, con uso de hornos, en su factoría de Villaluenga de la Sagra.

Sin embargo, Cemex ha reactivado en los últimos los trabajos en Yepes, mientras Holcim estaba desmantelando su planta de Yeles.  En este contexto, la venta de las instalaciones yeleras a los mexicanos tiene lógica, al menos por el desinterés del grupo suizo en mantenerla.

El pasado día 30 de octubre, Holcim y Cemex anunciaban el traspaso del complejo de Yeles en un comunicado conjunto, en el que reconocían que la decisión «se debe al cambio en el panorama estratégico tras el anuncio de la propuesta de fusión global de los grupos Holcim y Lafarge. Por lo tanto, Holcim y Cemex seguirán siendo competidores». Y es que las dos compañías tantearon su unión, aunque Holcim optó por la compra de Lafarge.

Ambas partes esperan que el traspaso de Yeles se haga efectivo en el primer trimestre del año que viene.

evitar un dominio del mercado. La evaluación preliminar de Bruselas reveló que la entidad fusionada tendría una presión competitiva insuficiente de sus rivales en muchos mercados, lo que planteaba el riesgo de un aumento de precios. Para evitar este impacto negativo, las empresas se comprometieron a vender la mayoría de sus operaciones allí donde sus actividades se solapan, incluyendo activos y los servicios necesarios para la viabilidad de estos activos.

Holcim y Lafarge no podrán cerrar su acuerdo hasta que la Comisión haya dado su visto bueno a los compradores de los activos que se pongan en venta. Con estas condiciones, Bruselas considera que se corrigen los problemas de competencia detectados.

«El paquete de concesiones en este caso es muy importante. Pero era necesario para permitir una decisión clara ya en la primera fase. Confío en que esto permitirá a la fusión salir adelante sin comprometer los intereses de los clientes en este sector», ha dicho la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, en un comunicado.

Durante su investigación, Bruselas ha mantenido una estrecha cooperación con las autoridades de competencia de los Estados miembros, así como con las de Estados Unidos y Canadá. La transacción se notificó a Bruselas el pasado 27 de octubre.

 Tras conocerse la decisión, Lafarge y Holcim apuntan que seguirán adelante de forma activa con las negociaciones con los posibles compradores de estos activos, que tendrán que recibir el visto bueno de la Comisión, y afirman que su objetivo en concluir la operación en la primer mitad de 2015.

UGT espera que tras la compra aumente la producción en Castillejo.

Los últimos movimientos del sector cementero pueden traer una conclusión positiva para la provincia: la reanudación de la producción integral en una segunda fábrica, la de Cemex en Castillejo. En eso confía el responsable provincial de MCA-UGT, Raúl Alguacil.

Alguacil manifiesta que la compra de la vieja fábrica de Holcim no va a suponer su resurrección. «Yeles se va a cerrar, sí o sí», comenta el sindicalista recordando el progresivo desmontaje de la planta efectuado por los suizos tras su ERE de 2012.

Pero otra cosa es la situación de la veintena de empleados supervivientes en Yeles. «Son gente cualificada», recuerda Alguacil, que señala que será necesaria si se cumplen los planes de Cemex de encender uno de los hornos apagados para su ERE para reanudar la producción total el próximo verano.

Con el personal y la cuota de mercado de la fábrica yelera, la ‘resurrección’ de la planta de Castillejo parece cada vez más cercana.