Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Herencia recibida

18/07/2022

Las herencias están gravadas por el Impuesto de Sucesiones y, al ser este, competencia de las Comunidades Autónomas, hay diferencias  significativas. Por comparar, en el caso de un hijo soltero de 30 años que herede de sus padres un patrimonio de 800.000 euros, del que 200.000 corresponda a su vivienda habitual, el porcentaje que habrá que pagar, por el Impuesto de Sucesiones, puede oscilar entre el 0% y el 14%. En Castilla-La Mancha, estamos en el tramo medio bajo, con un 4%. Todo heredero puede decidir aceptar una herencia o no. Incluso la puede aceptar 'a beneficio de inventario' para en el caso de que  las deudas sean superiores al activo, poder renunciar. El que no renuncia es el Estado. Por esto me llama la atención la cantidad de veces que el partido político que está en el Gobierno, sea este el que sea, recurre a la 'herencia recibida' para culpar a Gobiernos anteriores de deficiencias presentes.
La disculpa, a veces, puede estar justificada, pero pocas veces reconocen que hay herencias muy positivas y menos aún valorar la buena gestión que Gobiernos anteriores hayan podido hacer. Pero hay momentos que el pasado se nos muestra con toda claridad. En la Historia (si, con mayúscula) de España, hay muchos motivos para estar orgullosos como ciudadanos. Y en las últimas semanas se ha producido un hecho que lo ha puesto de manifiesto. La reunión de la OTAN celebrada en Madrid, ha puesto de manifiesto que tenemos la mejor pinacoteca del mundo gracias a la labor de nuestros antepasados y a la buena gestión del Patronato del Museo. Igualmente, los Palacios de Patrimonio Nacional, han servido de marco para recordar lo que España fue. Esto también es una herencia recibida y bien estaría que fuéramos conscientes de cómo se llevó a cabo y como ha llegado hasta nosotros. Si dejamos de echar la culpa a nuestros predecesores, y nos dedicamos a mejorar la situación de las generaciones presentes y futuras, cumpliremos mejor con nuestra obligación.