Ángel Monterrubio

Tente Nublao

Ángel Monterrubio


Nochevieja

29/12/2021

Desde Nochebuena hay un respiro de calma chicha en las celebraciones festivas de Navidad, como para coger fuerza, como para darlo todo en la última noche del año. La Nochevieja, antiguamente, seguía un rito parecido al de la Nochebuena para el tema de la cena familiar, después la cosa se desmelenaba, unos se lanzaban a recorrer las calles: grupos de rondadores con sus instrumentos a cuestas que daban la murga hasta que clareaba el día. La ronda más importante era, justamente, la de la última noche del año, llamada 'Ronda de las Novias', pero la denominación daba igual, el que no tenía novia iba a casa de una prima o de una tía o de una conocida, la cosa era rondar. Otros iban a los bailes, más o menos encopetados y de tiros largos, con grupos músico- vocales, cotillón y tentempié, a veces incluso de máscaras, era el caso en Talavera, de los organizados por el Centro de Amigos, el Círculo de Labradores, la Cafetería Autobuses, el Club Taurino y el Coliseum o más populares y humildes en el Blanco y Negro y en el Salón Pensamiento con gramófono o tocadiscos y ambigú con bebidas.
Desde la década de 1910, ya tenemos noticias de que la gente se iba reuniendo en la Plaza del Reloj a medianoche para comer las doce 'uvas de la suerte' al ritmo de las campanadas. Cumplido el rito, besos, abrazos, petardos, brindis y que siga la fiesta…
Esta costumbre de las uvas se remonta a los últimos años de finales de siglo XIX.  La clase burguesa española, imitando a la francesa, que era la que marcaba moda por entonces, comenzó a celebrar la Nochevieja comiendo uvas y tomando champán. Poco tiempo después, esta costumbre fue adoptada por algunos madrileños que iban a la Puerta del Sol para oír las campanas de la medianoche y, muy probablemente, con ironía, como burla y rechifla, comer las uvas al igual que la clase alta hacía en sus lujosos salones. Vino a ayudar y a extender la iniciativa por las demás ciudades y pueblos de España una 'campaña de marketing' que a partir de 1909 hacen los productores del sureste de España de uvas blancas de mesa. Las 'uvas de la suerte' era una buena manera de vender el producto. Y, como pueden comprobar, el asunto tuvo éxito.  ¡Feliz 2022!