Multitudinarias migas para despedir 2022

J.M.
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Las migas se han integrado ya en el ADN de las navidades toledanas, tanto como las cenas con familiares o los cotillones. En esta ocasión, el Ayuntamiento de Toledo autorizó a una treintena de establecimientos en todos los barrios de la ciudad

Es costumbre no dar valor a lo que tenemos hasta que nos falta. Así ocurrió durante las dos pasadas navidades con las migas. Así que las de este año han sido multitudinarias. Las migas, en muchas ocasiones, son la excusa perfecta para quedar con amigos, algunos quizás que ya viven fuera de Toledo; son el momento especial para salir por el barrio y tener gratos encuentros casuales; en definitiva, para recuperar las amistades que la vida diaria a veces dificulta. También son el espacio para comenzar a disfrutar de la fiesta que en otras ciudades ya solo se vive de noche, de un ambiente navideño con zambombas y villancicos y no perderse la San Silvestre toledana.

Las migas se han integrado ya en el ADN de las navidades toledanas, tanto como las cenas con familiares o los cotillones. En esta ocasión, el Ayuntamiento de Toledo autorizó a una treintena de establecimientos en todos los barrios de la ciudad para sacar sus barras a las calle.

Las migas, que en los últimos años cada vez se hacen más perezosas ya que comienzan más tarde y concluyen casi para las cenas, se van diversificando. Ya no se dan solo en Santa Teresa, el paseo García Lorca del Polígono o en locales concretos del Casco histórico, sino que se viven casi en cada barrio, en cada calle, lo que no quita que también luego los toledanos acudan a los barrios con mayor tradición.

El buen tiempo acompañó para despedir el año.El buen tiempo acompañó para despedir el año.Lo que empezó como reuniones de amigos en torno a una barra en la víspera de los grandes festivos de las navidades -Nochebuena y Nochevieja- se ha convertido casi en una parte imprescindible de estas fiestas en Toledo y en las localidades limítrofes, donde la costumbre se ha extendido.

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Santa Teresa estaba repleta de gente para despedir el año entre amigos.
Santa Teresa estaba repleta de gente para despedir el año entre amigos.
En el parking disuasorio de Santa Teresa no cabían más coches.
En el parking disuasorio de Santa Teresa no cabían más coches.

Este año han retornado las persecuciones de niños con botes de nieve artificial en la mano, mayores cantando villancicos con zambomba en la mano, flashes de cámaras, migas, garbanzos y paella, más cerveza a primera hora y refrescos a última, sobre todo, entre quienes tienen que conducir.