La aprobación -estos días en el Congreso de los Diputados- de la ley de gestión de la próxima PAC deja por sorpresa un 'regalo', en forma de enmienda para los regantes del país: la posibilidad de contratar la doble tarifa eléctrica en un mismo año, para sortear el pago de una potencia que no usan cuando concluyen los meses de más gasto o finaliza la campaña.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, aprovechó la constitución de la Mesa Nacional del Regadío y del Observatorio de la Sostenibilidad con todas las organizaciones profesionales agrarias (OPAS), comunidades de usuarios y otras asociaciones, para explicar la inclusión de un texto enmendado por el Senado en el trámite parlamentario final de la normativa.
Exactamente dice que «los titulares de explotaciones agrarias, sean autónomos o empresas, incluidas las cooperativas agrarias y las comunidades de regantes, podrán acogerse a los mecanismos de flexibilización temporal de los contratos de suministro de energía eléctrica del artículo 7 del Real Decreto-Ley 18/2022 de 18 de octubre, por el que se aprueban medidas de refuerzo de la protección de los consumidores de energía y de contribución a la reducción del consumo de gas natural, en aplicación del Plan + seguridad para tu energía (+SE), así como medidas en materia de retribuciones del personal al servicio del sector público y de protección de las personas trabajadoras agrarias eventuales afectadas por la sequía».
Sin embargo, no es la primera vez que otras leyes recogen esa voluntad como ocurrió en la Ley de medidas para hacer frente a la sequía (2018) o por ejemplo, en la última reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria aprobada por el Congreso hace justo un año. Al final, al menos hasta hoy, la realidad siempre superó a la intención.
Quizá por eso han surgido dudas en las primeras valoraciones, y quizás por eso, las principales 'opas' han pedido al Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) -que es quien realmente tiene las competencias energéticas- que aclare la dimensión legal y temporal de la propia enmienda ya que, como advirtió Pedro Barato de Asaja, o Eduardo López de COAG, el Ministro se refirió a las comunidades de regantes, pero «no dijo que para los agricultores esté ya». UPA es más optimista.
En este sentido, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) no quiere dejar pasar la baza y «urge a las comercializadoras de electricidad a que den las autorizaciones para cambiar de tarifa durante este mismo mes de diciembre». Temen que la propia redacción se someta a una interesada interpretación de dichas compañías con la que «invaliden» la medida «anulando el ahorro que conlleva abaratar la potencia de la luz en los meses que no riegan los agricultores». Recuerdan que hay que permanecer tres meses, y que precisamente son estos de noviembre, diciembre y enero los de menor uso del riego; hasta marzo no arranca la verdadera campaña para la mayor parte de los productores.
Ven también con temor que sea una medida provisional y solo efectiva para el año 2023 si la vicepresidenta Teresa Ribera no dice lo contrario ya que expiraría al cierre del próximo ejercicio, salvo que se articulen prórrogas. En tal caso, la reivindicación histórica de la doble potencia quedaría sencillamente en una concesión que nace con caducidad como también ocurrió durante el primer año de la pandemia cuando igualmente se incorporó esta posibilidad.
Luis Planas dijo en el mismo acto que la agricultura de regadío es 'la joya de la corona'. Los usuarios, replican horas después que, a los precios actuales, con incrementos en las facturas de más de un 600%, dicha joya puede acabar en la casa de empeños.