A dos pasos de Tokio

J. M. Loeches
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Lucas Búa tiene que posponer su debut este año, previsto para este sábado en Valencia, y sigue confiando en su clasificación para los Juegos Olímpicos

A dos pasos de Tokio

Valencia era el lugar elegido este sábado para el estreno de Lucas Búa esta temporada. Y parece que lo acabará siendo, pero el próximo 23 de enero. La imposibilidad de entrenar con normalidad por los estragos que ha causado la borrasca Filomena, no le ha dejado otro camino al atleta toledano que retrasar la competición de cara a un año, 2021, en el que tiene marcados con amarillo fluorescente los Juegos Olímpicos de Tokio.

Por ‘ranking’ (se suman los puntos desde 2019), el velocista del FC Barcelona se encuentra a dos buenas actuaciones de confirmar su presencia en la capital japonesa. «Pero hay que hacerlo», como él mismo reconoce. Al no poder ejercitarse en la pista de la Escuela de Gimnasia de Toledo por la nieve, Búa se ha tenido que trasladar dos días a la de La Alameda, en Talavera, con el trastorno que conlleva. Por eso, ha optado por no viajar a Valencia este sábado.

Sin embargo, el capitalino reconoce que se encuentra «físicamente muy bien». Hay que recordar que el pasado mes de diciembre se trasladó a la isla canaria de La Palma para participar en una concentración junto al resto de internacionales de su distancia, los 400 libres. Un periodo que Búa recalca que ha aprovechado «para entrenar fuerte», por las buenas condiciones que tenía. «Sin apenas casos de COVID-19 y con entre 18 y 20 grados centígrados, la verdad es que hemos estado genial», explica.

Así las cosas, su estreno en los 400 metros, después de casi cinco meses sin competir, será el próximo 23 de enero en el Gran Premio Ciudad de Valencia. El objetivo no puede ser otro que «acumular carreras para ir mejorando» de cara a las citas de calado, que hay bastantes. De esta manera, ese progreso espera conseguirlo en algún mitin internacional, como el que se desarrollará el día 29 en Karlsruhe (Alemania). Ahora mismo se encuentra en lista de espera.

A partir de ahí, lo primero señalado llegará ya los días 20 y 21 febrero, con el Campeonato de España en Pista Cubierta, que todavía no tiene sede, y del que es vigente campeón, tras su victoria el año pasado en Orense. Mientras que, a principios de marzo, está programado el Campeonato de Europa, en Torun (Polonia). Lógicamente, lo ideal para el corredor toledano sería conseguir el billete para Tokio en todo este periodo, para competir más liberado en los siguientes meses. Está confiado porque «haciendo dos resultados como los de siempre, estará conseguido». Sin embargo, repite que «hay que conseguirlo».

 

La baza del relevo

Además de la prueba individual de los 400 metros, Lucas Búa tiene la esperanza de conseguir con España su clasificación para la prueba del relevo 4x400. El equipo que fue bronce europeo en 2018 tiene dos vías para clasificarse, y, por los tiempos que suele marcar, el toledano cree que también es factible.

El primer camino sería obtener la clasificación directa dentro de las ocho plazas que se ponen en juego en el Campeonato del Mundo de Relevos, a disputarse los días 1 y 2 de mayo en Chorzów (Polonia). De momento, ya tienen su pasaporte las selecciones de Trinidad y Tobago, Jamaica, Bélgica, Reino Unido, Italia, Francia, Colombia y Estados Unidos.

En cualquier caso, si alguna de ellas se metiera en esas ocho primeras posiciones, quedarían vacantes a cubrir por ránking. Ese sería el segundo camino posible para los españoles, que tendrían otra opción de competir los días 19 y 20 de junio, en el Campeonato de Europa de Federaciones, que será de nuevo en la ciudad polaca de Chorzów. «Lo podemos hacer», insiste el capitalino.