Sin daños patrimoniales, aunque sí materiales, y dos atenciones sanitarias por crisis de ansiedad sin necesidad de traslado hospitalario. Así se saldó en la mañana de ayer el tremendo susto que se dieron los trabajadores del Museo del Ejército y la Biblioteca de Castilla-La Mancha, cuando a las 7:51 horas saltaban la alarmas antincendios del Alcázar.

Toledo comenzaba a tener actividad y pocos daban crédito a lo que veían salir de uno de los iconos visuales de la ciudad. Como si fuera una escena de otro tiempo, una densa humareda surgía del edificio, procedente de la séptima planta.

Hasta siete ventanas del edificio, todas con vistas a la calle Cuesta de los Capuchinos, expulsaban un torrente continuo de un denso humo negro, señal inequívoca de que en el edificio algo ardía.

El Alcázar reabre sus puertas tras el incendio de ayerUn total de 22 efectivos del parque de bomberos de Toledo participaron en las labores del extinción, desplazando hasta el lugar dos vehículos escala, una bomba pesada, una ligera y una nodriza.

Además, agentes de la Policía Local cortaron el tráfico desde Bisagra, y ayudaron a acordonar la zona y a atender a las decenas de trabajadores que en esos momentos tuvieron que desalojar a toda prisa el Alcázar.

Fruto de esta tensión, los servicios médicos desplazados hasta el lugar --una UVI móvil y un vehículo de intervención rápida del Sescam-- tuvieron que atender en la zona a dos personas que presentaban una crisis de ansiedad. Ninguna requirió de su traslado al hospital y recibieron el alta a los pies del mismo edificio.

El Alcázar reabre sus puertas tras el incendio de ayerMientras, a través de la autoescala, los bomberos ya habían accedido a la zona del incendio, descubriendo que las llamas procedían de dos cuadros eléctricos situados en una habitación de la colección del Siglo XX. En ella se encuentran expuestos muchos uniformes, así como medallas y diversas armas de fuego.

No hay que lamentar daños patrimoniales, salvo el hollín y el fuerte olor a humo que se ha impregnado en algunas prendas, y el personal del Museo de encargó de certificar que toda la colección estuviera intacta.

A las 9:28 horas, casi una hora y media después de saltar las alarmas de incendios, se dio por controlado el fuego, procediéndose a la ventilación del edificio.

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