Un gol en el último segundo de Bianca Bazaliu que sorprendió con un lanzamiento desde doce metros a la guardameta española Maddi Aalla condenó a las "Guerreras" a una amarga derrota (28-27) ante Rumanía, en un encuentro en el que las de José Ignacio Prades merecieron un resultado mejor.
Pero ni el sensacional trabajo defensivo del conjunto español, ni la sensacional actuación de la central Silvia Arderius, que dio toda una lección sobre como asistir a la compañera mejor situada, impidieron la derrota del conjunto español, que se complica sobremanera sus opciones de acceder a las semifinales del Europeo.
Un postrero gol de Bazaliu deja sin premio a las Guerreras
Una lucha por las medallas por la que la selección español pareció en disposición de poder pelear, tras un encuentro en el que las de José Ignacio Prades volvieron a demostrar su fortaleza mental, no sólo ya para sobreponerse a los múltiples contratiempos que esta viviendo en este campeonato, sino para poner contra las cuerdas a toda una potencia como Rumanía.
Un postrero gol de Bazaliu deja sin premio a las GuerrerasConsciente del peligro de la lateral Cristina Neagu, máxima goleadora en la historia de los Campeonatos de Europa, el conjunto español no dudó en apostar de inicio por una defensa muy abierta para intentar impedir los latigazos de la "cañonera" rumana.
Pero el problema para las de José Ignacio Prades fue que el ataque de Rumanía no se reduce tan sólo a los lanzamientos lejanos de Neagu, sino que también cuenta en sus filas con una formidable pivote como Crina Pintea.
Una circunstancia que hizo estéril el trabajo defensivo de las "Guerreras" ya que cuando las jugadoras españolas salieron a impedir los lanzamientos de Neagu la pivote Pintea encontró los espacios necesarios para batir el marco español y cuando se resguardaban en la línea de seis metros era Neagu la que marcaba gol.
Todo un problema para el equipo español que a los doce minutos veía como el conjunto rumano le doblaba en el marcador (6-3) con tres goles de Cristina Neagu y tres de Crina Pintea.
Sin posibilidad de recuperar balones en defensa, la selección española se vio obligada además a atacar una y otra vez en ataque posicional, una faceta en la que las de Prades volvieron a ser víctimas de sus continuas pérdidas de balón.
Sólo con la entrada a la pista de la joven pivote Lysa Tchaptchet, de tan sólo 19 años, pareció encontrar España solución a sus problemas ofensivos.
Dos goles y dos lanzamientos de penalti provocados por la pivote navarra, que milita en la filas del campeón de Europa, el Vipers Kristiansand noruego, permitieron las "Guerreras" agarrarse al partido (10-8).
Una mejoría ofensiva que encontró continuidad en la sobresaliente actuación de la joven guardameta Nicole Wiggins, que en su primer partido como titular en el Europeo dejó muestras del enorme futuro que le aguarda con seis paradas, que permitieron a España llegar al descanso con tan sólo un gol de desventaja (12-11) en el tanteador.
Bastó, sin embargo, que Tchaptchet saliese de la pista, excluida por dos minutos, para que las de José Ignacio Prades volviesen a verse con una desventaja de tres tantos (15-12) en el marcador.
Pero ni así se rindió el equipo español, que siguió confiando en su trabajo defensivo, el pilar sobre el que se han cimentado históricamente los éxitos de las "Guerreras", para acercarse a una Rumanía, que parecía comenzar a acusar el cansancio.
Especialmente la gigantesca Pintea, que tras anotar los cinco lanzamientos que intentó en la primera mitad, no sólo falló su primer lanzamiento, sino que en la siguiente jugada perdió el balón.
Fallos que permitieron a España correr, un factor que no sólo posibilitó a las "Guerreras" igualar la contienda, sino situarse por primera vez en el partido por delante en el marcador (18-19).
Y es que el conjunto español había encontrado la fórmula para superar a Rumanía, ahogar físicamente a las de Florentin Pera con un frenético ritmo de juego en el que jugó un papel fundamental la central Silvia Arderius, que demostró su capacidad para hacer jugar a las "Guerreras" a la máxima velocidad.
Visión de juego a la que Arderius, que se incorporó hace apenas unas horas la concentración del equipo español por la lesión de Alicia Fernández, su talento para asistir con pases imposibles a la compañera mejor situada.
Una mejoría ofensiva que no mermó la intensidad en defensa del conjunto español, que siguió mordiendo a las jugadoras rumanas, propiciando recuperaciones que permitieron a España entrar en los seis últimos minutos de juego con una renta de dos goles (23-25).
Pero toda la efectividad que había mostrado el conjunto español en la segunda parte, se diluyó en el peor momento, con dos lanzamientos fallidos de Kaba Gassama, que estrelló el balón en el larguero, y Jennifer Gutiérrez, que erró un penalti, lo que condenó a las "Guerreras" a verse en un visto y no visto de nuevo por detrás en el marcador (26-25).
Toda una prueba de madurez a la que no pudo responder mejor el equipo español, que pese a alguna que otra polémica decisión arbitral llegó a los últimos segundos con opciones de empatar el marcador.
Pero ni el gol de Esther Arrojería, que estableció el 27-27 a nueve segundos para la conclusión pudo impedir la derrota de las "Guerreras" que vieron como el lejanísimo lanzamiento final de Bianca Bazaliu acababa en el interior de la portería española tras tocar en las manos de la portera Maddi Aalla.