«Nuestra fuerza, que radica en la ilusión de la sociedad, nos ha servido para retomar los parámetros previos a la pandemia». Con esta frase mostró este lunes su satisfacción el presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, José Martínez, durante la presentación del balance del grupo en el año 2021, que les ha vuelto a acercar a los datos del año 2019.
En su objetivo de crear empleo estable y de calidad, se mostraron orgullosos porque la entidad cuenta ya en la región con 2.742 trabajadores, lo que representa el 0,50% de la creación de empleo en la Comunidad. Es decir, que de cada 198 puestos de trabajo creados, 1 fue en la Organización Nacional de Ciegos de España. Fueron nada menos que 81 contratos indefinidos en la región. No en vano, a nivel nacional, el grupo social se ha consolidado como el cuarto empleador en España con 71.200 trabajadores, –solo por detrás de Mercadona, El Corte Inglés e Inditex, y sin contar a la Administración Pública–, y primera en el mundo en hacerlo con personas con alguna discapacidad. «Esto sí es Marca España», celebró Martínez.
En cuanto al número de afiliados a la organización, Castilla-La Mancha cuenta ya con 2.858, con 115 nuevas personas, para lo que el delegado territorial de la ONCE en la región, Carlos Javier Hernández, recordó que «las puertas siguen estando abiertas».
En cuanto a las ventas de cupones el resultado también fue satisfactorio para la organización ya que lograron un volumen cercano a los 73 millones de euros en la región, incidiendo en esa recuperación tras esta época «difícil» que ha supuesto la pandemia. No obstante, se hizo hincapié en los apellidos que le ponen a este «juego» de la ONCE, como son «responsable, seguro y social». No en vano, más del 55% retorna a la sociedad en forma de premios, el 33% va destinado al pago de los salarios de vendedores y resto de empleados y gastos de gestión, y un 9,6% a inversión social.
Detrás de las cifras están las personas
Pero como en toda organización social, detrás de cada cifra hay personas que ponen cara a ese trabajo diario que la ONCEviene desarrollando desde hace 83 años. Anaís Simón es una de esas nuevas afiliaciones, tras una enfermedad sobrevenida que la hace perder visión. Para ella rendirse no era una opción, decidió buscar la solución al problema y buscar ayuda. "Lo más importante es la actitud con la que afrontar lo que viene" señala, y decidió retomar su vida lo antes posible. "Hundirme no era la solución".
María Luisa Lobato ha conseguido un empleo y mucha ayuda gracias a la Fundación ONCE a pesar de su fibromialgia, una enfermedad incapacitante. La llamaron en un primer momento para trabajar diez días en una sustitución y acabó nueve meses. Hoy está en el Museo del Ejército, en Toledo, y recibe el apoyo de la entidad.
Raquel Corcovado es una de los 610 vendedores que tiene la organización en la región, los "centinelas de la ilusión" que les llama Carlos Javier Hernández. Ella perdió la visión por un incidente y logró gracias a la ONCE ser una de esas vendedoras que vemos en todas las calles de Castilla-La Mancha. Gracias a este empleo, como madre soltera, ha conseguido sacar adelante a su hija.