José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


Palabra de honor

29/12/2021

Se puede ir a robar en política, en realidad todos lo hacen, y ahí está la representación de las tarjetas black de Caja Madrid, donde había políticos viejos, jóvenes, de derechas y de izquierdas, incluso había dos sindicalistas como el del millón en el colchón, el de la UGT ese de Asturias. Ya digo, se puede ir a robar pero, ¿A robar nada más? Pues lo que está pasando es que unos han robado metiendo la mano en la caja como el PSOE de los ERTES, de Roldán, etc., o el PP de Bárcenas, y otros roban porque se llevan un sueldo y unos coches oficiales y unas dietas y unas prebendas que no se ganan. Hay que reducir los políticos y echar a los mangantes.
La época que nos está tocando vivir está infectada de ellos y agravada por una pandemia vírica en la que desaparecían las mascarillas, se compraban respiradores averiados o se traían maletas de dinero o drogas por un aeropuerto sin pasar la aduana. Las personas que apoyaban el 155 cuando Cataluña se quiso hacer independiente ponen en la calle a los delincuentes por un plato de lentejas, y a los asesinos les perdonan años de cárcel a cambio de sacar adelante unos presupuestos. Años de mierda diría yo, pero España se levantará, porque por mucho que intenten nuestros políticos hundirla, milagrosamente siempre salimos adelante.
Un entrañable amigo mío, Antonio Pérez Henares, más conocido por 'Chani', ha escrito un libro, Tiempo de Hormigas, que a veces es gracioso y a veces triste, pero sacaba a relucir aquellos tiempos donde los guardas, guardias, vigilantes, jefes de estudio o cualquier otra autoridad de las que vigilaban a los alegres  jovenzuelos  de la época si te pillaban dándote el lote, por usar palabras textuales, al que definía como la 'cosa de abrazarte y meterte mano', -aunque no dice dónde por no venir al caso-, que traía a colación en unas de sus páginas achacando que las multas de 500 pesetas que te ponían entonces por el escándalo público de ver a dos personas besándose, ha vuelto en forma de represión a lo moderno. Ahora las multas te las meten por salirte del guión. Si pretendes ser heterosexual te tachan de machista, si comes carne te tacha Garzón de anti feminista, si pretendes crear una familia normal, con hijos y eso, te tachan de reaccionario o fascista. El término fascista, le vino muy bien a Stalin que inventó la frase de todos contra el fascismo, y como buenos estalinistas, algunos políticos siguen usando ese calificativo como si ellos no fueran los verdaderos fascistas y reaccionarios.
El problema es que no hay honor en la política. El diccionario debería borrar de una vez esa palabra porque su significado se está perdiendo. Si los jefes no tienen honor, el ejemplo cunde.
Todo el mundo trata de engañar si le dejan en la medida de lo posible, no vale un 'te doy mi palabra', ni 'lo juro', ni siquiera 'lo prometo'. No dicen la verdad ni los anuncios de crece pelo.