Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Consejos vendo,…

26/01/2023

En el gaditano Oratorio de San Felipe Neri, donde en 1812 se aprobó 'La Pepa', Feijóo ha presentado su Plan de Calidad Institucional, conjunto de medidas para 'regenerar' la democracia, ofreciendo consensuarlas al resto de partidos y que, en caso de no avanzarse en ese camino, él desarrollaría en los primeros cien días de su mandato, si gana las próximas elecciones generales. Ha afirmado que con ellas terminará el «nepotismo, la opacidad y la arbitrariedad» en las instituciones públicas, señalando, también, que el PP está hoy para «rebelarse» y demostrar que la política del actual Gobierno no es la única posible en España.
Por su incidencia en lo más cercano, está siendo muy comentada la oferta de que en los ayuntamientos gobierne la lista más votada, algo criticado a su derecha, a su izquierda e incluso entre algunos de los suyos. En esa propuesta local, llama la atención, por lo contradictorio que es frente a los afanes regeneracionistas anunciados, que los consistorios no tengan que someter a sus plenos «asuntos de naturaleza gestora», opacando así la transparencia y participación política en los debates municipales.
Sabemos que el papel lo aguanta todo. Con un lenguaje 'adecuado', todo escrito al que se le quiera dotar del empaque con que se ha presentado este Plan, puede hacernos parecer sugestiva y rigurosa cualquier propuesta, por peregrina u obvia que ésta sea.
La coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos siempre es un valor. Y esto sirve tanto para la grande como para lo pequeño, porque la solemnidad de Feijóo al presentar este Plan, queda empañada al saber que días antes dejó plantada a una jueza salmantina, no compareciendo en una vista oral a la que había sido citado por la denuncia de varios afiliados 'populares' ante la no convocatoria de un congreso provincial. Cierto, que cuando esto ocurrió él no presidía el PP y que desde Génova se envió a un representante jurídico, pero su incomparecencia fue censurada por la magistrada, diciéndole que si no tenía nada que aportar al procedimiento, debiera haber ido él a declararlo, pues para eso estaba citado personalmente. ¿Se imaginan qué pandemonio habrían montado Vallés, Herrera o Losantos, si quien hubiese dado ese plantón fuera el presidente Sánchez y luego pidiese respeto a la Constitución y a los jueces desde tan histórica tribuna?