Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


El deseado voto del socialista indeciso

16/06/2022

Son el claro objeto de deseo, aquellos a los que todos los partidos cortejan para que su voto caiga de su lado. Son los indecisos que abandonaron al PSOE en las pasadas elecciones autonómica, los que se quedaron en casa, más de medio millón, y que facilitaron que un pacto de perdedores se volviera en contra de quienes llevaban gobernando casi cuarenta años en Andalucía.

Con unas altas cotas de indefinición sobre el sentido de su voto, y otras dudas no menos altas sobre el volumen de la participación en las elecciones del próximo domingo, tanto el Partido Popular por la derecha, como la formación de Inmaculada Nieto, Por Andalucía, y la de Teresa Rodríguez, Adelante Andalucía, por la izquierda, dedican los últimos días de campaña a captar el voto socialista. Juan Manuel Moreno lo hace utilizando su vitola de político moderado cuyas políticas no han causado grandes males, ni grandes remedios en la vida de los andaluces. Se han visto como una continuidad de lo que se veía haciendo y por tanto los votantes socialistas templados tienen cabida en su proyecto. De su capacidad para convencerlos y movilizar su voto a su favor, además de no desmovilizar el suyo no vaya a ocurrir que muera de éxito, dependerá su capacidad para soltarse del abrazo del oso que Vox está dispuesto a darle.

Como entre los votantes de izquierda es frecuente que cunda el desencanto, la plataforma vicaria de la iniciativa de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pretende también a los socialistas indecisos, aquellos que, desde posiciones distantes de los que pueden votar a 'Juanma' están buscando un refugio para su voto ante las continuas deserciones del PSOE de las políticas de izquierdas, bien sea porque no cumple las promesas electorales, bien porque a veces le pesa ser un partido de gobierno que debe ocupar la mayor parte del centro del tablero y se vuelca en un pragmatismo que considera que lo mejor es enemigo de lo bueno, y que es preciso avanzar poco a poco sin pisar muchos callos de los poderes económicos. En los debates electorales televisados hubo guante blanco entre las tres formaciones de izquierda, a pesar de que no tienen apenas posibilidades de poder formalizar un pacto de gobierno, pero con la campaña electoral dando las últimas boqueadas se trata de conseguir el mayor número de votos pescando en cualquier caladero.

Mordido su espacio electoral desde sus dos flancos, los socialistas ven como a la dificultad de hacer llegar su mensaje programático y las capacidades de su líder, Juan Espadas, se pide además el voto de los desencantados con la labor del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha dejado de ser un activo electoral potente para los indecisos, pese a que muchos de los éxitos que se atribuye el presidente de la Junta de Andalucía derivan de las políticas de carácter nacional impulsadas desde La Moncloa.

Entretanto, en Ciudadanos se conforman con pedir "un puñadito de votos" (Inés Arrimadas), no a los socialistas indecisos sino a los votantes del PP porque considera que con ese trasvase Juan Manuel Moreno se evitará el "lio" de pactar con Vox. Lamentablemente para el partido naranja solo una de las últimas encuestas da que entre los dos alcanzan los 55 escaños, en las condiciones más favorables para ambos.