Instituciones Penitenciarias ordenó ayer el aislamiento de unos 80 presos de la cárcel de Ocaña I a consecuencia de un caso positivo por coronavirus en uno de los reos. De esta manera, los internos no realizan ya de manera preventiva actividades fuera de su celda y permanecen encerrados en ellas para evitar contagios.
Así lo informó ayer a este diario una representante del sindicato Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip)-UGT, quien detalló que el positivo fue conocido el martes y ayer comenzó ya el aislamiento de los presos. De momento, no hay un plazo para la conclusión de estas restricciones que alcanzan solamente a una parte del centro.
La medida alcanza a un área o módulo de la prisión ocañense, lo que supone casi el 20 por ciento de la población reclusa. En este sentido, la cárcel cuenta con unos 425 reos, por lo que alrededor de 350 desarrollan las actividades con normalidad.
La denominada ‘nueva normalidad’ en España, que comenzó el pasado 21 de junio, devolvió todas las actividades a la cárcel de Ocaña, cuyo ritmo se ha frenado totalmente en el caso del módulo afectado por el positivo por coronavirus. De este modo, se está a la espera de la realización de los test a los internos mientras se toma la primera medida de aislamiento en esta prisión.
El sindicato Acaip-UGT ha reclamado desde el inicio de la alerta sanitaria la realización de test a los trabajadores del centro penitenciario, pero la Consejería de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha no ha efectuado ningún control a los empleados de la prisión, dependiente de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
Por otro lado, como publicó este diario la semana pasada, una médica que ejerce en la cárcel de Ocaña II se encontraba en aislamiento domiciliario tras dar positivo en una prueba de detección de coronavirus. Al respecto, la facultativa no había tenido contacto con los internos.