Izquierda Unida se abstuvo ayer en la tramitación del proyecto presentado por el convento de las Concepcionistas para abrir una sala de 900 metros cuadrados dedicada a museo privado (de instrumentos musicales, por lo visto). El resto de concejales del Ayuntamiento de Toledo, con o sin partido, dictaminaron a favor. Aconseja José Pablo Sabrido ser «receptivos» porque los conventos padecen un problema económico que complica su mantenimiento (el de la edificación) y subraya el concejal de Urbanismo que esta autorización no  cuesta dinero al Ayuntamiento mientras a las monjas les permite realizar una actividad paralela que podría darles unos ingresos.

Sin embargo José María Fernández, portavoz de IU, se niega a facilitar esa vía de financiación cuando lo que se presenta es el proyecto de «una actividad económica» por parte de una congregación religiosa que desconoce si paga el IBI (en caso negativo es partidario de que se les intente cobrar) y que luego podría reclamar la bonificación del impuesto de construcciones (como lo hacen todos los propietarios de edificios con algún nivel de protección que van a realizar obras).

Al entender de Fernández la Iglesia Católica, como «empresa», es la que debe ejercer las «competencias» relativas a aguantar todos los gastos de este proyecto y añadió algún comentario más como que él no está aquí para «ir al rescate de las vocaciones» o que si las monjas quieren ayuda que convoquen «una cuadrilla voluntaria de albañiles»...

Sabrido de nuevo templa el debate y dice que todo lo que se relacione con la fiscalidad de este convento tendrá su análisis correspondiente pero informa a los concejales que en casos parecidos, cuando se ha intentado quitar a algún colegio los beneficios que le corresponden por ley el asunto ha acabado en los tribunales que han condenado al Ayuntamiento.