Podemos elegir entre crear riqueza y repartir, o endeudarnos para repartir hoy, lo que tendremos que pagar mañana. Hasta ahora la actuación del Banco Central Europeo era suscribir las emisiones de deuda que cualquiera de los Estados de la Unión Europea se veía obligado a emitir para poder hacer frente a sus obligaciones presupuestarias. Esto permitía que hubiera bajos tipos de interés y que los mercados asumieran cualquier emisión de deuda por alta que fuera. Pero la inflación ha puesto en estado de alarma a todos.
La época de bonanza financiera se ha terminado, los avisos de Bruselas se están haciendo cada vez más firmes, hay que poner el contador a cero. Ya no vale todo. Hay que reducir el gasto público, limitar las emisiones de deuda y establecer prioridades para saber a dónde y por donde queremos ir. Esto supone que se han terminado los Decretos-Leyes de reparto de dinero público. Tenemos que volver a la ortodoxia presupuestaria de no gastar más de lo que se ingresa. Y ahora debemos enfrentarnos a la realidad. Si queremos mantener el Estado del Bienestar, tendremos que procurar que haya actividad económica que genere riqueza y empleo. Con esto se podrán incrementar los ingresos públicos, lo que hará posible mantener el Estado del Bienestar.
Cobrar más impuestos sin que haya un aumento de la actividad económica es un contrasentido que nos llevará a reducir nuestra capacidad de producir. Es obvio que la inversión está condicionada por la tasa de retorno que esta tenga, y que la actividad empresarial, por mucho que queramos, está condicionada por la rentabilidad que pueda producir. Si ser empresario fuera tan fácil cómo parece ser que a algunos dicen, ¿por qué la mayoría de los alumnos universitarios prefieren ser funcionarios? Montar una empresa no es fácil, y mucho menos alcanzar los objetivos que te fijas al hacerlo. La forma de crear riqueza es conseguir unir los factores de producción en un proyecto que aumente el valor de los elementos incorporados al mismo. Prueben ustedes a generar riqueza en una sociedad en la que no haya empresas. Si lo consiguen, seguro que les dan el Premio Nobel.

Prueben ustedes a generar riqueza en una sociedad en la que no haya empresas. Si lo consiguen, seguro que les dan el Premio Nobel»