Peraleda, zona de contacto... alternativas para el cuartel

F.J.R.
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El Ayuntamiento de Toledo ha puesto encima varias opciones para que el Ministerio del Interior y la Guardia Civil lo valoren y se tome una decisión definitiva antes del 31 de diciembre

Actual Comandancia de la Guardia Civil en Toledo. - Foto: Óscar Huertas Fraile

Los datos del georradar han trastocado los planes de un proyecto que parecía definitivo. Hace ya más de un año que tanto el Ayuntamiento como el Ministerio del Interior y la Guardia Civil habían decidido que la mejor ubicación para la construcción de una nueva Comandancia de Toledo era la parcela anexa al aparcamiento disuasorio de Mas del Ribero. Pero todo ha cambiado.

A falta de ver si las catas arqueológicas confirman la importancia de las edificaciones y las calzadas que ha mostrado el radar de penetración, el Consistorio toledano ha puesto varias opciones encima de la mesa para no abortar un proyecto que lleva dos décadas alargándose.

Toledo necesita un nuevo cuartel de la Guardia Civil y ahora, con una inversión asegurada de 17 millones de euros para su construcción, la ciudad no puede pasar la oportunidad.

Por ello, desde el Ayuntamiento han rescatado la opción de levantar la Comandancia en los terrenos de la Peraleda. Fue una zona que estuvo entre las primeras propuestas, pero que finalmente se desechó en favor del entorno de Vega Baja. El hecho de que fuera un entorno menos urbano jugó en su contra frente a una zona de Mas del Ribero que está integrada entre los barrios de Palomarejos y Santa Teresa.

Con todo, la Peraleda podría tener también sorpresas ocultas, ya que en esa zona se tiene más o menos claro que se levantó hace siglos el famoso monasterio agaliense, del que llegó a ser abad el patrón de Toledo, San Ildefonso. Se trata de un edificio de tremenda importancia arqueológica cuya construcción se remonta a finales del siglo VI.

Otra de las opciones que se plantean es llevar la obra a los terrenos de la llamada zona de contacto entre el Polígono y Santa Bárbara, por los terrenos junto al actual parque comercial Fusión. Ese suelo es propiedad del SEPES (Entidad Pública Empresarial del Suelo) y sería sencillo llegar a un acuerdo. El principal hándicap que tiene esa zona es la falta de urbanización del entorno y los accesos, tanto de forma peatonal como de vehículos; aunque este último aspecto podría solucionarse con una conexión a la autovía que, de paso, aliviara la falta de accesos al Polígono y al nuevo hospital del barrio.

Por último, no hay que descartar que si finalmente no se puede construir en la parcela frente a Vega Baja y las otras dos opciones no prosperan se opte por levantar la nueva Comandancia sobre la actual. Sería un proyecto más complicado logísticamente, ya que había que ir moviendo tanto oficinas como viviendas de la casa-cuartel a medida que avanzaran las obras, pero tiene a su favor que se mantendría la instalación en un barrio, como Palomarejos, que vive con incertidumbre su futuro comercial con el inminente cierre del hospital Virgen de la Salud. Cerrar también el cuartel de la Guardia Civil podría ser una losa demasiado pesada, y eso que la alternativa es construir allí viviendas de protección oficial.

Con este panorama, lo único claro es que, como afirmó Milagros Tolón la pasada semana, la decisión debe estar tomada antes del 31 de diciembre.