Teníamos ganas de que 2020 terminara, pero 2021 ha venido con ‘plagas’ añadidas. Borrascas, temporales, olas de frío. Parece que se cumple aquello de que «toda situación, por mal que esté, puede empeorar». El virus muta y nuevas cepas parece que arrasan con más capacidad de contagio y mortalidad, el temporal de nieve causa estragos y da la puntilla a muchas empresas produciendo daños materiales en instalaciones y explotaciones de todo tipo, así cómo pérdida de actividad.
La declaración de Zona Afectada Gravemente por una Emergencia de Protección Civil (antigua Zona Catastrófica), puede dar esperanzas a todos los afectados por Filomena, y da un rayo de luz para ponernos a trabajar cuanto antes en recuperar lo perdido. Recordemos que en el periodo 2014-2020 en España solo hemos conseguido gestionar el 39% de los Fondos Estructurales de la Unión Europea, en parte por la falta de presentación de proyectos que encajen en los mismos, pero, fundamentalmente, por la falta de definición del modelo de país y de preparación en la gestión de las peticiones.
Y ahora debemos gestionar 140.000 millones de euros en 6 años, confiemos que la preparación de modelos para encajar los proyectos esté estudiada y muy avanzada. De otro lado, la gestión de las ayudas que se pueden obtener para paliar los daños por la nevada, están en manos de los Ayuntamientos, algunos ya han colgado en sus páginas web procedimientos e impresos de solicitud. Otros ni están ni se les espera.  La coordinación por parte de la Junta de Comunidades transmite confianza en que la tramitación será ágil y seria. Pero la responsabilidad final está en la sociedad en su conjunto, todos debemos actuar, el que haya incapaces, no justifica que nos quedemos parados. La sociedad española ha demostrado durante la pandemia, su solidaridad y su fuerza.
El 20 de enero de 1961 en su discurso de investidura, el presidente Kennedy pronunció la frase de «No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país». Hoy, 60 años más tarde, debemos tener dicha frase más presente que nunca y hacernos la pregunta, a lo menos, una vez por semana.