Este fin de semana se ha celebrado la final de certamen «Promesas de Nuestra Tierra». Ciclo de novilladas sin picadores que se desarrolla por toda la geografía regional en la que actúan los más destacados novilleros sin picadores castellano manchegos.

A esta novillada donde se decidía el triunfador, llegaron seis jóvenes que habían destacado por su capacidad en la fase clasificatoria. Tres de ellos eran toledanos, Jorge Molina de Torrijos, Miguel Zazo de Ventas con Peña Aguilera y Daniel Pérez de Méntrida. Los tres tocaron pelo, y dejaron un buen sabor de boca con diferentes conceptos de toreo.

El primero en actuar fue Jorge Molina, que está a las puertas del debut con picadores. Molina estuvo correcto con el capote y con capacidad y oficio con la pañosa. El novillo no le dejó desarrollar su buen concepto que tiene del toreo en plenitud, pero se le vio solvente y capaz para el nuevo escalafón al que está a punto de acceder. Al pasaportar al eral, le concedió la presidencia una oreja del astado.

Miguel Zazo, sorteo a un escurrido colorado bizco que tuvo gran condición y al que el alumno de la Escuela Taurina de Toledo lo entendió a la perfección. Estuvo en novillero, entregado y variado, destacando una tanda con la diestra de rodillas. Dos orejas fuel el premio a su paso por la final de «Promesas de Nuestra Tierra».

Cerraba cartel Daniel Pérez, que había dejado una buena impresión en su actuación e Fuensalida. Recibió al novillo en el centro del ruedo, para luego echarse rodilla en tierra y darle una larga cambiada. Con las banderillas, variado, poniendo incluso un par de cortas. Con la muleta quiso agradar hasta donde le permitió el astado de Daniel Ramos, premiándole el palco con una oreja la faena.

Al final del festejo fue proclamado triunfador el novillero alcarreño Ruiz de la Hermosa que cortó dos oreja y rabo a su oponente.