La segunda fase de la reforma de las pensiones que el Gobierno precisa aprobar con los agentes sociales antes de que finalice este mes, tal como exige la Unión Europea para liberar los fondos Next Generation, no parece sencilla y, de hecho, España ya está fuera de plazo, ya que Bruselas contaba con ella antes del pasado 31 de diciembre.

En este contexto, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, avanzó ayer que ha propuesto al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que preside José Luis Escrivá, rebajar de 15 a 12 años el período cotizado necesario para tener acceso a una pensión.

«Tenemos que encontrar un acuerdo equilibrado. La suma y la resta de lo que se pagará de más y lo que se ahorrará la Seguridad Social tiene que ser cero. En ese sentido, es verdad que con una visión innovadora hasta ahora, creemos que hay que actuar sobre la exigencia de 15 años mínimos para tener derecho a la pensión, barajando que se baje tres ejercicios para tener acceso a la pensión contributiva», manifestó Álvarez.

El sindicato propuso eliminar la exigencia de dos años de cotización dentro de los últimos 15, así como suavizar la penalización por jubilación anticipada para empleados  con más de 40 años trabajando.

Además, UGT exigió profundizar en la cobertura de vacíos de cotización que hace que el sistema de pensiones «penalice de manera dramática» a las mujeres.

De esta forma, se podría salvar el asunto del Ejecutivo más espinoso en esta negociación que es elevar el tiempo para el cómputo de la pensión de 25 a 30 años cotizados, descartando los 24 meses peores.

Álvarez también cuestionó que la propuesta del Ejecutivo, con esa ampliación del período de cálculo, sea de «suma cero», como mantienen desde el Ministerio de Escrivá, e insistió en que la Seguridad Social, a pesar de su manejo y acceso a las estadísticas, sigue sin ofrecer los datos sobre el impacto de su medida.

Tanto los CCOO y UGT como los empresarios recalcan que la ampliación del período de cómputo no está recogido en las recomendaciones del Pacto de Toledo y temen, por tanto, que la segunda fase de la reforma carezca del apoyo parlamentario suficiente.

«Dudo mucho que pueda haber una aprobación de la reforma de pensiones en el Congreso si previamente no hay consenso social. Álvarez calculó que quedan semanas o meses, en ningún caso días, para alcanzar un pacto sobre la reforma del sistema de pensiones».