Argamasilla de Calatrava aún vive "consternada y triste"

Efe / La Tribuna
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El alcalde de la localidad recuerda "la tensión y el cúmulo de sensaciones que vivimos aquellos días" con el tiroteo mortal que costó la vida a un agricultor y al policía local Alejandro Congosto, natural de Talavera

Argamasilla de Calatrava aún vive "consternada y triste" - Foto: Jesus Monroy

La localidad ciudadrealeña de Argamasilla de Calatrava aún no ha conseguido sobreponerse del tiroteo mortal vivido hace un mes, cuando un vecino del municipio acabó con la vida de Alejandro Congosto, agente de la Policía Local, natural de Talavera, y de un agricultor y tuvo que ser abatido por las Fuerzas de Seguridad. 

Alejandro Congosto Gómez, de 41 años y padre de una hija de 7 años, fue despedido dos días después en la iglesia de la Visitación de Nuestra Señora de Argamasilla de Calatrava, abarrotada de gente y compañeros de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. A la entrada del templo, para recibir el cuerpo sin vida de Alejandro Congosto, haciéndole un pasillo y saludando, se reunían casi un centenar de agentes de la Policía Local, la Guardia Civil y la Policía Nacional. El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, impuso sobre el féretro, cubierto con la bandera de España, la medalla medalla al Mérito Policial de la región, en la categoría de oro, la primera que se entrega en la historia de la comunidad autónoma.

Fue el 26 de octubre cuando Alfonso L.G., de 50 años, comenzó una discusión son su padre, de 81, por motivos que se desconocen y un vecino del municipio de profesión agricultor, José Luis Fernández, acudió a mediar en la disputa, si bien Alfonso cogió un arma de caza mayor de su padre y le disparó. 

A medida que fueron llegando las Fuerzas de Seguridad a la casa de campo en la que sucedieron los hechos, Alfonso disparó contra todos los que querían acercarse y, de este modo, también acabó con la vida de Alejandro Congosto, un agente de la Policía Local, e hirió de bala a un guardia civil y a otro policía local, al tiempo que dejó herido a su padre por los golpes que le propinó. 

Un mes después de estos hechos, el alcalde de Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), Jesús Manuel Ruiz, ha explicado a EFE que la población aún vive "consternada y triste por un episodio que sacudió a toda la población".

El alcalde recuerda aquella mañana "con mucho nerviosismo y angustia" porque en el pueblo "realmente no se sabía lo que estaba pasando" y añade: "Cuando nos desplazamos cerca del lugar, hasta donde nos permitió la Guardia Civil, solo vimos llanto, impotencia, desesperación en los agentes de la policía local y de la guardia civil que allí se encontraban".

"Aún hoy en día me despierto por las noches sobresaltado por la tensión vivida y el cúmulo de sensaciones que  vivimos aquellos días", comenta Ruiz

El alcalde rememora cómo en los primeros minutos, tras tomar conciencia de la gravedad de lo que estaba ocurriendo, lo primero que hizo fue ponerse a disposición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y atender a los medios de comunicación "que demandaban urgente información", para inmediatamente después ponerse a trabajar con Cruz Roja para dar todo el apoyo que necesitaban las familias de los fallecidos.

"Aunque el sentimiento nos ahogaba, teníamos que estar firmes para atender a quienes más nos estaban necesitando" asegura Ruiz, que señala que aunque los responsables municipales estaban "en shock", los familiares de las víctimas "estaban mucho peor", por lo tanto "sólo cabía sobreponerse y estar al lado de ellos para ofrecerles todo el apoyo". 

Al mirar con perspectiva lo ocurrido, el regidor manifiesta "el orgullo" que siente como alcalde al ver "la unidad y solidaridad" que mostraron todos los ediles de la corporación, funcionarios y vecinos , que "no dudaron en volcarse desde el minuto uno con las familias afectadas".

"Fuimos conscientes de que solo estando unidos podríamos sobreponernos al duro golpe que había recibido el pueblo", asegura emocionado.

A día de hoy , está costando" que el pueblo se reponga porque los vecinos siguen "conmocionados" y sobre todo no olvidan a sus "héroes": el policía local Alejandro Congosto y  al agricultor José Luis Fernández que fallecieron en el tiroteo.

En cuanto a los heridos -un agente de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Ciudad Real  y un Policía local del municipio-  el proceso de recuperación física y psicológica "será largo, aunque se están recuperando muy bien", afirma Ruiz.

Respecto al padre del tiroteador, que también resultó herido por los golpes que le propinó su hijo en la discusión, el alcalde ha dicho que tras el suceso no le ha vuelto a ver, porque ese hombre vive en otra localidad y cuando ha preguntado por él, le han dicho que "está pasando unos momentos delicados"

Respecto a las investigaciones, indica que la unidad de balística de la Guardia Civil ha vuelto a la finca del suceso "para analizar y buscar información, sin que hasta la fecha haya habido conclusiones de la investigación".

Tampoco hay novedades respecto a las circunstancias en las que, una semana después, se incendió la casa de campo desde la que se realizaron los disparos, a un kilómetro del núcleo urbano de Argamasilla de Calatrava, en la carretera que va a Villamayor de Calatrava.