La polémica por la recarga del vehículo híbrido de la primera teniente de alcaldesa y concejala de Ciudadanía e Imagen Sostenible de Ciudad, volvió ayer al escenario municipal con la comparecencia solicitada por el Grupo Popular para que Montserrat Muro resolviera dudas sobre la carga de su vehículo particular en la red eléctrica del Ayuntamiento. Lo primero que se desprende de su intervención, en la que volvió a defender su actuación por ser un vehículo personal pero utilizado como herramienta de trabajo, fue que la recarga que en un primer momento aseguró «se realizaba de manera totalmente excepcional», no lo era tanto.
Lo que estaba claro incluso antes de las explicaciones de la concejala, es que ningún grupo de la oposición iba a quedarse conforme, y así fue.
Muro confirmó con sus palabras que desconocía el número exacto de recargas y de días que había utilizado el nuevo enchufe, que se instaló en el garaje en junio de 2020, «porque no disponía de ningún elemento de conexión eléctrica». Al no existir ningún contador que ofrezca el consumo real y para conocer el consumo aproximado, Muro solicitó al servicio de Electricidad enganchar su vehículo con una carga similar a las anteriores, consistente en poner la carga consumida en el trayecto habitual que realiza cada día, siendo de una hora y 26 minutos, con un total de 2.587 vatios. Sin saber tampoco el tiempo utilizado, la concejala ha pedido que se estime desde el funcionamiento de la conexión, en septiembre de 2020 hasta el pasado septiembre de 2022, cuando se desinstaló tras la polémica, y con una media de dos días a la semana. Así, tras comprobarlo la oficina técnica, se ha establecido que el coste total consumido en este tiempo ha sido de 69,49 euros, IVA incluido. Para abonarlo, indicó, «ya he solicitado el número de cuenta donde realizar el ingreso».
Pero más allá de la cantidad a abonar, la oposición no se quedó conforme con sus explicaciones y le recriminó «el hecho» de cargar un recurso personal a costa de todos los talaveranos. El portavoz del Grupo Proponente, Santiago Serrano, recordó a la también senadora que todos los concejales utilizan su vehículo para trabajar, que no lo cargan en el Consistorio, y que realmente no era un hecho puntual. «Admite que recargó su coche particular, que no sabe cuántas veces lo hizo ni cuánto le ha costado al Ayuntamiento, y si la oposición no lo hubiese sacado a la luz, probablemente lo seguiría haciendo».
Los concejales no adscritos siguieron la misma línea de intervención, a excepción de Rubén Rizo, que ayer se estrenó en el Pleno y, como el PSOE, tildó de «infantil y electoralista» la actitud de la oposición. En su breve intervención, aseguró que este tema no es relevante para la ciudad, a diferencia de otros como el muro que dividirá la ciudad si el AVE no llega soterrado. Susana Hernández y Miguel Ruiz, por su parte, sí afearon el gesto de la concejala e incluso este último aseguró que el vehículo de la polémica «estaba siempre enganchado a la luz». David Moreno, portavoz de Vox, fue el más duro en su reprimenda a Muro, asegurando no estar «discutiendo si ha robado mucho o poco, discutimos que ha robado al Ayuntamiento, y pedimos su cese a la alcaldesa».
La portavoz del Grupo Socialista, Flora Bellón, y Montserrat Muro, finalizaron la comparecencia destacando el «carácter electoralista» de la crítica de los grupos de la oposición, que han «buscado el mejor momento político», a escasos meses de las elecciones, para denunciar un hecho que llevan viendo dos años, dijo. La portavoz les acusó de no tener proyecto de ciudad y «tergiversar de forma malintencionada», lo que ha hecho que el tema haya llegado a los tribunales.