Javi Amorós: «Estoy con bastante dolor y con incertidumbre»

L. T.
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El jugador relata la disparidad de los médicos en el diagnóstico de su lesión

Javi Amorós se lesionó en la pista de Noia. - Foto: Foto Pichero

Javi Amorós ha sido el protagonista de la actualidad del Soliss Fútbol Sala Talavera durante la semana debido a esa lesión sufrida en la pista del Pabellón 'Agustín Mouris'. El jugador de Villena, todavía pendiente de saber concretamente el alcance de su dolencia, ya está de vuelta en casa y este jueves se pasó por el Polideportivo 'Primero de Mayo' para estar con sus compañeros en este último ensayo antes del crucial duelo de este viernes ante Movistar Inter 'B'.

El cierre realizaría sus primeras declaraciones aprovechando la presencia de varios medios de comunicación que acudían a la habitual rueda de prensa del técnico Juanma Marrube que realizar todos los jueves previos a los partidos de la competición liguera sobre la pista del pabellón talaverano.

Pasados unos días desde el suceso el futbolista manifestaba sentirse todavía "con bastante dolor pero sobre todo con la incertidumbre de no saber exactamente lo que tengo aún, no saber si puedo empezar a trabajar para recuperarme o si tengo que hacer reposo, eso es lo que peor llevo, la verdad".

Y es parece de momento que hay cierta disparidad de diagnosis entre los médicos a falta de alguna prueba que sea finalmente concluyente: "Ayer un traumatólogo me dijo que era una simple lumbalgia y que podía empezar a trabajar conforme fuera viendo las sensaciones, de hecho a la salida del hospital mi idea era estar en el partido de la semana que viene en Mengíbar. Sin embargo he ido a otro traumatólogo y me ha dicho que en la resonancia ve una fisura en uno de los discos y eso, aunque no es una cosa muy grave, quedando dos semanas de competición lo hace muy complicado llegar. Toca esperar realmente ver lo que es con claridad".

Cronológicamente Javi Amorós fue contando cómo fueron surgiendo los acontecimientos de su lesión comentando que llegó a la cita de Noia mostrando alguna molestia en la zona aunque no le daría importancia al considerarla normal por el desplazamiento desde Talavera de la Reina a tierras gallegas: "Tenía una ligera molestias en la zona lumbar, pero algo normal después de un viaje tan largo y tantas horas de autobús. Calentando se me pasó ese dolor por completo y empecé el partido sin ningún tipo de dolor".

"En el giro sí que es verdad que noté un latigazo en la espalda muy fuerte pero mi pensamiento era que tenía que jugar lo que quedaba de partido con dolor. De hecho acabé la jugada y me tiré al suelo para que entrara el fisio a atenderme. Hasta entonces mi pensamiento era que me salía al campo, que me echaran crema para darme calor y aunque sea con dolor poder acabar el partido, porque es algo habitual en este deporte que te hagas algo daño pero puedas continuar", proseguía.

El momento más duro le llegó con la entrada de las asistencias del conjunto cerámico a pista: "En el momento que el fisio intentó levantarme vi que la cosa no iba bien. No podía levantarme y gritaba de dolor, era algo que no me había pasado nunca y fue por tanto un susto bastante importante ya que estuve media hora tirado en el suelo del pabellón con el partido parado y esperando que llegara la ambulancia. Fue una situación bastante estresante y con mucho agobio".

"Cuando llegué al hospital y vi que no me podía mover tenía claro que en un autobús durante ocho horas no me podía meter. Estuve ingresado hasta el lunes y conseguimos que una ambulancia me trajera a Talavera, una paliza la verdad, pero al menos pude venir en camilla. El martes de madrugada por fin llegué y el miércoles me dieron el alta hospitalaria", concluía.

Ahora toca pensar en su recuperación y ojalá poder ayudar al equipo en este tramo final del curso: "Por suerte ya estoy aquí y esperando que me digan algo cien por cien seguro y a intentar recuperarme lo antes posible".

Por último indicaba el cierre sentirse "bien de ánimo después de todo lo que pasé allí el fin de semana. He podido ver a mi familia, a mis compañeros y llevo una vida más normal porque los días de hospital todos sabemos que son muy duros. Dentro de lo que cabe un alivio porque mi familia se pensaba que no iba a poder andar porque fue un susto muy grande sin poder mover las piernas y estoy de ánimos bien. Uno lo lleva a ratos pero por lo menos estoy tranquilo".