El español Marc Márquez (Repsol Honda) tiene la oportunidad este fin de semana en el Gran Premio de Aragón  de ‘liquidar’ prácticamente la temporada. Su ventaja de  93 puntos o el escenario, el circuito de Motorland, en el que ha ganado en cuatro ocasiones (2018, 2017, 2016 y 2013), son razones lo suficientemente contundentes como para pensar que Márquez es el gran favorito a la victoria en esta nueva cita turolense.

Un argumento más: Desde que comenzó a disputarse la carrera en el trazado aragonés, nunca antes un piloto de Ducati ha conseguido la victoria allí -Dovizioso fue segundo el pasado año- y solo Jorge Lorenzo logró para el fabricante de Borgo Panigale el mejor tiempo de entrenamientos en 2018.

Además, Márquez llega a Alcañiz con el ‘subidón’ de su victoria en la última vuelta en Misano frente al francés Fabio Quartararo después de sendas derrotas consecutivas ante Dovizioso (Austria) y  Rins (Inglaterra).

La mala actuación de su único rival o, mejor dicho, del más directo, Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici) en el circuito ‘Marco Simoncelli’, ha dado alas al piloto de Cervera como para pensar que no es descabellado ‘sentenciar’ el título en la carrera de Tailandia.

Así las cosas, no parece descabellado pensar que quien más opciones tiene de luchar por la victoria en la decimocuarta prueba puntuable del Mundial es el piloto de Repsol Honda, aunque no habrá que olvidarse de Ducati, que buscará dar un giro a su bajo rendimiento en San Marino, como también habrá que ver si el potencial mostrado por las Yamaha continúa en Alcañiz al mismo nivel, si bien nadie duda de que uno de los grandes valores de la marca japonesa se llama Fabio Quartararo.

El francés demostró que se encuentra a un excelente nivel y solo el potencial de Márquez le alejó de su primera victoria en MotoGP, dejando atrás a los dos pilotos oficiales de Yamaha, que junto a Franco Morbidelli coparon todas las posiciones por detrás el vigente campeón del mundo.

Los terceros en discordia bien podrían ser los pilotos de Suzuki, Álex Rins y Joan Mir, pues, en el caso del primero, su actuación en la presente temporada parece seguir la aciaga secuencia de ‘una de cal y una de arena’ y sus tres ‘ceros’ en lo que va de campeonato le hacen perder fuelle en su carrera hacia el subcampeonato, la única posición a la que parecen poder aspirar todos los perseguidores del líder de la general.

En el caso de Mir, tras recuperarse de su lesión, reapareció en Misano con un octavo puesto que le debió sentar bastante bien, pero que seguramente querrá mejorar.

Quien seguro está deseando que llegue el enfrentamiento es Pol Espargaró, para confirmar la progresión tras ser segundo de entrenamientos en el último Gran Premio y acabar séptimo en la carrera, lo que sería la confirmación de que tanto el trabajo de su piloto probador, todo un Dani Pedrosa, como de los ingenieros austríacos, va por muy buen camino.

También tendrá una oportunidad para que intente dar un paso adelante el denostado Jorge Lorenzo (Repsol Honda), marcado por sus problemas de adaptación a la  moto. Motorland es un circuito que se le da bien y en el que ha ganado en dos ocasiones (2015 y 2014). Aleix Espargaró tiene su esfuerzo centrado en lograr un rendimiento aceptable con su Aprilia RS-GP, como también Tito Rabat con la Ducati Desmosedici de la pasada temporada.