Aún no se ha visto en televisión, pero la riqueza arquitectónica de la Catedral de Toledo todavía tiene más belleza e historia que aportar. Recientemente, las cámaras de TVE acudieron al Templo Primado para realizar una grabación de un programa sobre los monumentos del país, 'Los pilares del tiempo'. Gracias a la tecnología de escáner que usan y a la curiosidad del deán de la Catedral, Juan Pedro Sánchez, se han descubierto los elementos que componen una capilla escondida entre el Altar Mayor y el Transparente del escultor barroco, Narciso Tomé.

El deán informa de que «no se trata de un descubrimiento, sino de algo que estaba oculto», porque ya sabía de la existencia de esta capilla, la conocida como «la de los enterramientos de los Reyes Viejos», pero que su nula accesibilidad impedía saber qué elementos contenía a su alrededor. Según los detalles aportados por Juan Pedro Sánchez, a su vez conocidos por el resultado de la radiografía del equipo televisivo, este espacio reúne «arcos de estilo gótico antiguo, tapados por la construcción del Transparente, y unas imágenes de piedra adosadas a las columnas que representan una especie de ángeles». 

'La Capilla de los Enterramientos de los Reyes Viejos' pertenece a las aportaciones más primitivas de la construcción del Templo, junto a la segunda girola, como parte de las acciones previas al proyecto del Cardenal Cisneros cuando construyó, entre otras cosas, el Altar Mayor justo delante. El deán detalla que debió de ser una de las primeras construcciones tras la girola, llegando incluso a tener un acceso  por detrás de la misma. Albergaba los enterramientos de varios reyes que «posteriormente fueron trasladados a otras capillas». De igual manera que el Altar Mayor tapó su presencia, la «brusca» construcción del Transparente entre 1721 y 1732 «cerró los arcos de estilo gótico que tan marcados quedan en el escáner».

Juan Pedro Sánchez revela que este hallazgo se dió para resolver «una incógnita propia». Narra que «al ver como usaban la tecnología les dije que me gustaría saber que había detrás de este espacio, porque sabíamos que había una capilla, pero no conocíamos nada de cómo era, ni qué se había hecho allí». Ahora el deán presume de la importancia del hallazgo, porque «aunque no se pueda ver, nos otorga certezas importantes».