Con los moldes originales

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Los relieves del monumento a Alfonso X fueron realizados a partir de cuatro moldes originales. Pedro Terrón, profesor de Escultura de la Complutense y discípulo del creador del conjunto original, coordinó su adaptación en formato horizontal

Con los moldes originales - Foto: Yolanda Lancha

La semana pasada era presentada, en el Parque de las Tres Culturas, como parte de las actuaciones del VIII Centenario del nacimiento de Alfonso X el Sabio, la restauración del grupo escultórico realizado en honor a este monarca en 1976. Tanto el hecho de que no se plantease el regreso del monumento al Miradero -desde donde fue trasladado a mediados de los años noventa hasta su actual emplazamiento-, como la sustitución de los diez relieves de bronce que originariamente acompañaban a la representación del rey por dos únicas escenas realizadas en resina patinada, han despertado todo tipo de comentarios. 

Mientras algunos se congratulaban por la recuperación de la piedra -caliza rosa Sepúlveda, hasta ahora completamente enmascarada por la pintura plástica que se aplicó al pedestal y los parapetos laterales con el fin de cubrir las pintadas, fruto de décadas de abandono- otros ponían el acento en la modificación de los relieves. Desgraciadamente, prácticamente ninguno de ellos han tenido presente la labor de búsqueda y recuperación de los moldes originales del monumento y la implicación en el proyecto de dos profesores de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, Horacio Romero y Pedro Terrón, ambos discípulos del artista que concibió esta obra hace cuarenta y cinco años, Francisco Toledo Sánchez.

Fue a comienzos de 2021 cuando los organizadores del VIII Centenario del nacimiento de Alfonso X el Sabio iniciaron la búsqueda de los relieves. Tras considerar improbable encontrar los originales -de cuya sustracción vandálica quedaban a simple vista indicios en el monumento, como restos rotos de la tornillería de sujeción e incluso algunos pedazos de los antiguos relieves- comenzó la localización de los moldes con los que fueron fundidos en 1976. Al haber fallecido Francisco Toledo en 2004 fue necesario contactar con los escultores de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, uno de los cuales, Horacio Romero, dedicó su tesis doctoral al estudio de este escultor (Forma y contenido en la escultura de Francisco Toledo, UCM, 2016, bajo la dirección de Consuelo de la Cuadra).

Con los moldes originalesCon los moldes originalesGracias a Horacio Romero y Pedro Terrón fue posible localizar finalmente cuatro de los diez moldes originales, que se encontraban en muy mal estado y fue necesario restaurar. Desgraciadamente, correspondían a relieves muy disparejos, situados en posiciones diferentes y -además- de diferente formato (dos cuadrados y los dos restantes rectangulares). Esta circunstancia llevó a Pedro Terrón y sus ayudantes a proponer una readaptación de las escenas -ante la improbabilidad de que aparezcan los originales y el resto de los moldes-, que fueron unificadas con la intención de concentrar los relieves en la parte frontal del monumento. 

Este es el motivo de que lo que fueron inicialmente diez representaciones sean en la actualidad solamente dos, a izquierda y derecha del pedestal que sostiene la escultura. Mientras se producía en Madrid la restauración de los moldes y su adaptación, en Toledo los alumnos del Centro Municipal de Oficios Carlos III -al frente del cual está Juan Carlos Fernández-Layos- trabajaban en restituir la piedra a su estado original y en recomponer detalles como los viejos cajeados o la inscripción, cuyo cromatismo había sido comido por el sol y las pintadas hacía mucho tiempo.

Opiniones personales aparte, mejor o peor intencionadas, todo este proceso ha formado parte de un minucioso estudio y ha contado con la participación de los discípulos del autor de la escultura, probablemente las voces más autorizadas a la hora de sugerir modificaciones en el proyecto original.

Con los moldes originales
Con los moldes originales
Paralelamente, los organizadores del VIII Centenario del nacimiento de Alfonso X el Sabio en Toledo llevan ya tiempo difundiendo la representación escultórica de Francisco Toledo, que es la mayor en dimensiones de las que pueden encontrarse en Castilla-La Mancha (un monumento más sencillo, obra de otro magnífico artista como fue Joaquín García Donaire, preside la Plaza Mayor de Ciudad Real). En este sentido, la obra ha aparecido ya en varios reportajes publicados en medios de comunicación nacionales y pronto se sumará a la imagen promocional del primer ciclo de conferencias organizado con motivo de este VIII Centenario, el cual ha sido organizado por la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas para el próximo mes de diciembre.