Como todos los años, en España se acaba de retrasar una hora los relojes para adaptarnos al horario de otros países de la Unión Europea y aprovechar más horas de luz solar. El otoño y este cambio pueden afectar a muchos conductores, que se encontrarán con diferentes condiciones de iluminación en muchos de sus recorridos habituales. 

¿Qué nos encontramos en la carretera? Muchos conductores tendrán el sol de frente a una hora diferente, tanto por la mañana como por la tarde, y el 90% de la información que se recibe llega a través de la vista

A medida que avanza el otoño se van reduciendo la intensidad de la luz y las horas de sol al día, por lo que conducimos más horas con menos luz y de noche. La capacidad visual se reduce al 30% de noche, con una reducción de la agudeza visual de un 70% y una importante pérdida del sentido de la profundidad. 

La falta de luz hace que las pupilas se dilaten y que el ojo funcione más con la retina periférica, lo que genera una pequeña miopía nocturna en todos los conductores. De noche también se produce más fatiga, lagrimeo y picor de ojos. Por supuesto, también aumentan las peligrosas somnolencia y monotonía al volante.

Por otro lado, al conducir de noche se depende de los sistemas de iluminación de los coches y de las vías; y se producen más deslumbramientos, que pueden cegarnos momentáneamente y ser muy peligrosos. 

Consejos de conducción y visión para esta época del año:

1. Tener el sistema de iluminación, el parabrisas y los limpiaparabrisas en perfecto estado. 

2. Al haber una menor intensidad lumínica es más aconsejable que nunca llevar encendidas las luces diurnas. 

3. Ante un deslumbramiento, lo primero es no mirar directamente a la fuente de luz, y dirigir la vista hacia una referencia que nos permita seguir circulando sin salirnos del carril. Lo mejor suele ser bajar la vista hacia la derecha, y buscar la línea de la carretera.

4. Hay que estar atentos a cambiar las luces largas por las cortas al cruzarse con otros vehículos. 

5. En condiciones de baja visibilidad es aconsejable fijarse en las luces de los coches que van por delante, pues ayudan a saber por dónde va el camino.

6. Es útil fijarse en cambios de iluminación al acercarnos a una curva o cambio de rasante.

7. De noche se amplifica el efecto túnel. Si en parado el campo de visión es de 120º, en movimiento va reduciéndose con la velocidad, desde los 70 grados a 65 km/h a solo 30º  a 130 km/h.

8. Cuando llueve mucho es práctico leer el asfalto para buscar charcos que puedan causar acuaplaning y aumentar la distancia de seguridad para disponer de más tiempo de reacción.

9. Aplicar un tratamiento repelente de lluvia en el parabrisas para que las gotas de agua apenas toquen la superficie del cristal, formando perlas que ruedan rápidamente.

10. En momentos de peligro se tiende a dirigir el vehículo hacia el lugar al que apunta la vista. De noche, ese lugar está condicionado hacia donde apuntan los faros. Hay que ser conscientes de este fenómeno y dirigir el coche hacia los puntos de escape.