«Colosal» monarca

L. T.
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El escultor del siglo XIX Eugenio Duque y Duque (1837-1910), natural de Almonacid, realizó una sensacional escultura de Alfonso X con una altura de 221 centímetros

«Colosal» monarca - Foto: Yolanda Lancha

Una de las piezas más fotografiadas de la exposición 'Alfonso X: el legado de un rey precursor' es la estatua del monarca que da la bienvenida a los visitantes en la 'sala del Toisón' del Museo de Santa Cruz. Esta magnífica pieza, prácticamente desconocida pese a formar parte de la colección del antiguo Museo provincial desde el año 1897, es obra de un escultor toledano del siglo XIX, Eugenio Duque y Duque (1837-1910), natural de Almonacid. Su altura es de 221 cm.

Se trata de una «colosal» estatua en escayola del monarca, como fue considerada por la prensa tras participar en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1862, que el escultor dedicó al entonces príncipe de Asturias (el futuro rey Alfonso XII) y que presentó en el Palacio Real durante una audiencia particular concedida el jueves 17 de diciembre de 1863. Duque aprovechó durante la misma para presentar -según el diario La Correspondencia de España, dos días después- «el proyecto de un elegante monumento gótico donde pueda ser colocada en la antigua plaza de Santa Ana, que hoy lleva el nombre del heredero del trono de las Españas».

Los reyes Isabel II y Francisco de Asís aceptaron la dedicatoria en nombre de su hijo -según recoge el historiador y periodista Adolfo de Mingo en su reciente biografía de Alfonso X, publicada por La Esfera de los Libros-, «alentando al joven artista con las más halagüeñas frases a que siga constante la senda que tantos lauros le promete». Además, «le otorgaron su real palabra de apoyar con toda su influencia cerca del Ayuntamiento de Madrid la idea de la construcción de un monumento público a propósito para la creación de la estatua del rey Sabio». Este monumento nunca se construyó y Duque murió en la miseria cinco décadas después.

Esta escultura ha sido expresamente restaurada para la exposición, en los talleres del Museo de Santa Cruz, por Miguel Ángel Bonache. Se trata de la segunda representación del monarca restaurada por el VIII Centenario del nacimiento de Alfonso X el Sabio, tras el monumento de Francisco Toledo en el Parque de las Tres Culturas (presentado el pasado mes de octubre); la tercera, si tenemos en cuenta el relieve con inscripción instalado en el exterior de Santa Fe por la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo en 1921.