Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


La compatibilidad de Sumar y Podemos

21/03/2023

El próximo día 2 de abril en el Polideportivo Magariños de Madrid, Yolanda Díaz confirmará, por fin, que presenta su candidatura a la presidencia del Gobierno como cabeza de su proyecto Sumar. Allí comparecerán los representantes de casi todos los partidos de izquierda a la izquierda del PSOE. Pero aún no se ha despejado la incógnita fundamental, si estará o no Podemos con alguna de sus primeras figuras. Si están será síntoma de que entre Yolanda Díaz y su mentor, Pablo Iglesias se ha llegado a un acuerdo ratificado por Ione Belarra e Irene Montero. Si no están presentes, no se habrá acabado el mundo por cuanto el proyecto de Yolanda Díaz no pasará la prueba de las urnas hasta finales de año y quedará mucho tiempo todavía para negociar y sobre todo para reflexionar en función de los resultados de las elecciones autonómicas y municipales.  

Entre Yolanda Díaz y las posiciones de las dirigentes de Podemos las líneas de contacto y sobre todo de fricción están claras. Podemos quiere una coalición a la antigua manera en la que hacer valer la que consideran posición preminente en el espacio político que se pretende unir; y la vicepresidenta segunda quiere huir de ese tipo de formación con la mirada puesta hacia los partidos más pequeños y la sociedad civil, aunque tampoco se sabe a ciencia cierta quien apoya su iniciativa más allá de IU y el PCE y las formaciones políticas nacionalistas de izquierda.   

Con las espadas en alto, quedan dos semanas para negociar, o dejarlo para más adelante cuando se conozcan los resultados de las elecciones del 28-M y la fuerza de Podemos y comparar los resultados allá donde Yolanda Díaz decida hacer campaña electoral y apoyar a los suyos. Las elecciones darán la medida de las fuerzas de cada cual. Si Podemos es determinante para que el PSOE mantenga su poder territorial o no pierda demasiado, Yolanda Díaz seguirá teniendo que decidir cuál es el método de relación con Podemos.  

El último recado que ha enviado la vicepresidenta segunda del Gobierno a Pablo Iglesias, como factótum de Podemos, ha sido recordarle sus propias palabras acerca de que cuando hay coincidencia en el 90% del programa electoral es necesario estar a la altura de las circunstancias y caminar juntos. Como declaración de intenciones no está mal, pero esa buena disposición no puede ocultar lo que ha pasado tanto histórica como recientemente en la izquierda, en la que muchas de sus divisiones se producen por cuestiones personales, o de liderazgos, aunque luego haya que vestirlos con otras formulaciones teóricas.  

De una u otra forma, Yolanda Díaz y Podemos están obligados a entenderse si no quieren que el cambio de ciclo se convierta en realidad cuando cierren las urnas en el mes de diciembre, porque una división mayor a la izquierda del PSOE, con la ley D'Hont de árbitro, reduciría aún más las posibilidades de superar el empate técnico que ofrecen algunos sondeos, frente a los que ya dan la mayoría absoluta a la confluencia del PP y Vox. Ya les pasó a Podemos e izquierda Unida y cuando quisieron ir juntos ya era tarde.  

Habrá que esperar a ver si las conclusiones que ha sacado Yolanda Díaz de su proceso de escucha y cuáles son los ecos del Consejo Ciudadano estatal de Podemos que se celebra un día antes de que Sumar se ponga en marcha para determinar su grado de compatibilidad.