Practicar actividad física mejora el síndrome metabólico

Á. de la Paz
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Los responsables del programa de entrenamiento contra esta dolencia indican la alta adherencia de los pacientes al deporte y estiman que los afectados alcanzan al 30% de la población castellano-manchega con más de 50 años

Practicar actividad física mejora el síndrome metabólico - Foto: Yolanda Lancha

El programa de entrenamiento para la investigación en personas con síndrome metabólico celebró su octavo aniversario con la presentación de los resultados obtenidos desde 2012, año en el que se inaguró esta experiencia liderada por un equipo de profesores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). La experiencia recabada a través de este periodo, cristalizada en diferentes publicaciones académicas, evidencia la importancia del ejercicio como factor reductor de la tensión arterial y limitador del riesgo vital para un importante segmento de la población.

Ricardo Mora, profesor de la UCLM y director del Laboratorio de Investigación del Ejercicio, explicó que el estudio surgió «para intentar curar, hasta donde se puede, a gente con síndrome metabólico a través del ejercicio». En la edición de 2019, un total de 42 personas concluyeron los entrenamientos propuestos. Los participantes tuvieron sesiones físicas tres veces por semana, hasta completar un total de 57 (en 19 semanas). Hasta Semana Santa, realizaron 43 minutos de pedaleo; posteriormente, alargaron la carga hasta los 48 minutos. Medido en distancia, el esfuerzo habría supuesto 641 kilómetros .

Los beneficios para los participantes redundarán en una mejor calidad de vida. «En la presión arterial es donde más se notan los efectos del programa». Mora cifró en un 30% la población castellano-manchega mayor de 50 años afectada por el síndrome metabólico. «Una de las maneras de curarlo, a parte de la dieta y la medicación, es haciendo ejercicio».

Para quienes lo padecen, el síndrome metábolico implica tener tres de los cinco factores de riesgo que definen esta enfermedad: colesterol bueno bajo, trigliceridos altos, glucosa alta, tensión alta y obesidad. La aparición de esta dolencia es especialmente lesiva en determinadas cohortes de edad madura: dobla el riesgo de enfermedad cardiovascular (entre otras, el infarto o el ictus)y favorece la resistencia del metabolismo a los efectos positivos de la medicación y la dieta.

«Con hacer ejercicio durante solo una tercera parte del año y tres veces por semana, se evita subir la dosis de la medicación y el empeoramiento de las dolencias adquiridas», indicó Mora.

A lo largo de las ocho ediciones en que se ha celebrado el programa se han realizado 336 entrenamientos completos. Un total de 157 pacientes fueron capaces de concluir el curso entero; otros pacientes han repetido en diferentes ediciones. La duración del plan se estima en cuatro meses efectivos de duración. El de 2019 comenzó el 28 de enero y se alargará hasta el próximo viernes.

Participante promedio. Entre los 42 inscritos en el plan de entrenamiento de este año hay 32 hombres y diez mujeres. Este colectivo tiene 56 años de media y 92 kilos de peso.

Los responsables del programa de entrenamiento confirman el apego de los participantes por el deporte. La adherencia a esta práctica saludable se estima en torno al 80%, un porcentaje que se reduce hasta el 32% cuando se someten a una dieta. Mora confirma que perder apenas tres kilos conlleva una mejoría sensible de la salud de estos pacientes.