El portavoz de Izquierda Unida no pudo evitar mostrar su sorpresa ante el comportamiento de un equipo de Gobierno municipal que si bien envió el pasado miércoles «una foto de unidad política, rompió 24 horas después» esa suerte de micro-pacto «presentando, en rueda de prensa y en soledad, un nuevo contrato de parques y jardines, presupuestado en algo más de 7 millones, sin haber sido leído por el resto de los partidos políticos».

Esta forma de actuar, en sintonía con «la falta de transparencia» demostrada por el grupo liderado por Milagros Tolón, implica además de un escaso respeto por el resto de los grupos de la corporación y sus posibles «propuestas», una «actitud cómplice del Ayuntamiento».

Es así, a juicio de Txema Fernández, porque se ha presentado un pliego de condiciones -para la adjudicación- que «no parte de ningún diagnóstico, por lo que no sabemos en base a qué se hace este nuevo contrato» cuando la mejor manera «de empezar a trabajar es haciendo una evaluación inicial para saber desde dónde debemos trabajar de forma más concreta». A ello se une que «contiene elementos estructurales que están mal», lo que alude a que «lo más probable es que se haya contado con criterios que tiene más que ver con otras cosas que con el servicio».

Y es que, con un presupuesto total que asciende a 2,3 millones de euros, el pliego incluye «nuevos trabajos y más zonas verdes, pero no hay más dinero», lo que indica que no se está primando en «mantener los derechos laborales de los trabajadores». Ahora, lo «que sí se asegura es un beneficio del 6% para la empresa» quien, además, «no tendrá sanciones si deja de pagar a sus empleados».

Esto es, Fernández denuncia que a la empresa adjudicataria «le sale gratis dejar de pagar a sus trabajadores» ya que no se explicita ninguna deducción para penalizar esa conducta, lo que «hace cómplice al Ayuntamiento de una situación absolutamente vergonzosa». De hecho, no aparece el horario de los trabajadores, «tan sólo se fijan jornadas de mañana, de tarde, de noche de forma excepcional, y convierte los sábados en hábiles», asuntos que hacen temer a IU que «en la adjudicación se atenderán, como viene siendo habitual, sólo los criterios económicos».

Realidad confirmada en un punto del pliego en el que se asegura que «la empresa va a realizar todas las obras en todos los espacios ajardinados de la ciudad», lo que significa que «la empresa bajará el precio de licitación porque va a ganar un nivel de obras que le aseguren el 6% de beneficio empresarial», es decir, «129.000 euros» que se procurará si «si las cuentas no le salen porque el Ayuntamiento le proporcionará obra nueva que ya está preadjudicada a esta empresa». De hecho, el texto recoge que «incluso se hará privatizando los espacios gestionados desde el servicio público municipal» para lo que «utilizarán un procedimiento abreviado y sumario» que, sentenció el portavoz de IU, «no está en la Ley de contratos del Estado».

En cuanto a los desbroces -que sistemáticamente se han adjudicado a través de contratos menores por más de 100.000 euros en un año-, el documento «recoge cero euros dedicados al desbroce en barrios como el Polígono o Valparaíso, 3.000 euros para Santa Bárbara, 300 para Azucaica, y 12.000 euros para el resto de los barrios», lo que suma un montante de 15.000 euros en desbroce para toda la ciudad.

Por su puesto, el pliego tampoco integra «las tareas relacionadas con la fontanería» que, como viene ocurriendo, se adjudican en contratos menores «que no están fiscalizados».