Pastoreo y ecosistemas, una relación desigual

Europa Press
-

Un estudio concluye que el aumento de esta actividad tiene efectos positivos en los ambientes diversos y fríos, pero es perjudicial para las zonas cálidas y áridas

Un pastor dirige a su rebaño de ovejas y cabras con la ayuda de sus mastines por los campos de Castilla. - Foto: Luis López Araico

El aumento del pastoreo está perjudicando a los ambientes más cálidos y áridos del Planeta, según un estudio internacional en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que evalúa sus impactos ecológicos. El trabajo, que se publica en la revista Science, observa que esta práctica tiene, sin embargo, efectos positivos en la provisión de servicios ecosistémicos en los pastizales más diversos y fríos.

Los resultados podrían contribuir a lograr una gestión más sostenible y establecer acciones efectivas de restauración destinadas a mitigar los efectos del cambio climático y la desertificación.

El pastoreo es una actividad humana que sostiene a cientos de millones de personas y que está íntimamente ligada a los Objetivos del Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Precisamente, es particularmente importante en las zonas áridas que ocupan el 40 por ciento de la superficie terrestre y donde vive uno de cada tres habitantes y la mitad del ganado del Planeta. Sin embargo, hasta ahora ninguna investigación había caracterizado los impactos en la provisión de servicios ecosistémicos a escala global utilizando datos in situ.

Así, un equipo de más de un centenar de colaboradores dirigidos por el investigador del Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global de la Universidad de Alicante (UA) Fernando T. Maestre, ha analizado por primera vez sus efectos en 326 ecosistemas áridos de 25 países de seis continentes.

Maestre explica que con protocolos estandarizados han evaluado cómo el aumento de la presión de pastoreo afecta a la capacidad de los pastizales áridos de suministrar servicios ecosistémicos fundamentales para las personas, como el mantenimiento de la fertilidad del suelo, la regulación del clima o la producción de forraje y madera.

 Este trabajo, según añade, les ha permitido caracterizar cómo los impactos de ese aumento dependen del clima, el suelo y la biodiversidad local y obtener información adicional sobre el papel de la biodiversidad en la provisión de estos servicios.

Los investigadores han comprobado que las relaciones entre el clima, las condiciones del suelo, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos medidos varían según la presión de pastoreo. Así, el coautor del estudio Nicolas Gross, del Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente, precisa que las reservas de carbono en el suelo disminuyeron y la erosión del suelo aumentó a medida que el clima se volvió más cálido bajo una alta presión de pastoreo, algo que no se observó cuando disminuyó.

Los hallazgos de este estudio son de gran relevancia para lograr una gestión más sostenible de este método, así como para establecer acciones efectivas de gestión y restauración destinadas a mitigar los efectos del calentamiento global y la desertificación en las zonas áridas de nuestra Tierra.