El CD Toledo va camino de la ruina (2-0)

J. M. Loeches
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El conjunto de Diego Merino volvió a exhibir sus penurias en su visita a un Mar Menor FC que se puso por delante de penalti y supo levantar una trinchera imposible de derribar para los verdes

El cuadro verde cayó en el estadio Pitín de San Javier - Foto: Mar Menor FC

Cada jornada que pasa, son tres puntos tirados a la basura. O se solventa la relación con el entrenador o el CD Toledo puede lamentar que la temporada se le quede corta. Queda mucho, pero en San Javier, ante el Mar Menor FC, el equipo verde volvió a mostrar su falta de fe. Esto ya no es ni un querer y no poder. Aveces da la sensación de ni querer.

Lo más reseñable del once inicial es que César Ortiz debutó esta temporada en el centro del zaga, una decisión que desplazó a Marcos Martín a la posición de lateral derecho. Así resolvió Diego Merino la baja de Esparza y la insconsciencia de Chele.

Por lo demás, el conjunto verde quiso tener la pelota durante los primeros minutos, ante un rival replegado atrás y sin querer, tampoco, asumir riesgos. Al menos, Rubén Moreno se movió bien y Migue García hizo de las suyas por el costado derecho. Más o menos lo habitual, porque lo que se dice juego de equipo, hubo poco. Un centro del '7' trasladó el primer peligro a la portería del Mar Menor, pero no llegó nadie para rematarlo.

En el minuto 14, fue Dieguito el que hizo la guerra por su cuenta, con un lanzamiento cruzado que no sorprendió a Facu Ackermann. En un partido sin apenas continuidad, si alguien quiso conservar la pelota y minimizar los daños, ese fue el CD Toledo.

Más o menos el planteamiento que más le gusta al técnico extremeño, a conservar el cero en la portería y luego a ver qué pasa. Aestas alturas de la película, no parece algo descabellado, pero la afición está cansada de ese conformismo y quiere ver otra cosa.

Sin tener bien hilado el plan A, a los toledanos les tocó poner en ejecución el plan B. Yes que, en el minuto 24, Morros puso un centro al área, que venía del otro costado, y César Ortiz, en la pugna con Edu Ubis, derribó al delantero dentro del área. El árbitro no lo dudó y el mismo protagonista lo marcó a lo Panenka. El tanto no le cambió el rictus al CD Toledo. No cambió su ánimo por llegar a la portería. Migue García, quién si no, lo intentó con una volea desde la media luna y sacó un córner. Pero la mejor ocasión llegó en el minuto 37, con una entrada de Dieguito por el lado derecho cuyo centro tuvo que despejarlo un zaguero del Mar Menor.

A poco de llegar al descanso, Rubén Moreno filtró un pase interior a Dieguito que parecía quedarse en nada, pero Abel López no lo despejó bien y el de Solana de los Barros armó su pierna y se sacó un disparo que fue interceptado sin problemas.

De cara a la segunda parte, Diego Merino se mantuvo fiel a sus principios y no cambió absolutamente nada. A los dos minutos de reiniciarse el encuentro, otro balón parado estuvo cerca de jugarle una mala pasada a los de verde, pero nadie remató una falta colgada al corazón del área.

Y en el minuto 53, se salvaron los visitantes de encajar el segundo. Loren se fue de todos por el lado izquierdo y el centro atrás lo remachó Peque con energía, aunque se encontró Olmedo. El rechazo lo echó fuera Nacho Pérez cuando tenía todo a su favor.

El atacante, que salió tras el descanso, tuvo otra con la pierna izquierda que elevó en exceso. Entre medias de una y otra, el CD Toledo llegó un par de veces, pero sin pegar el puñetazo necesario para hacerle pupa al contrario.

Nada que ver con las intenciones de los murcianos, mucho más empeñados en agujerear el costado izquierdo para luego buscar compañerros dentro del área.

Llegado el minuto 64, Diego Merino se decidió a realizar un triple cambio... Hombre por hombre. Para qué buscar orden desde el caos. Entraron Arturo Segado, Cambil y Valentín. Por lo demás, sorprendió la capacidad para desaprovechar opciones a balón parado. ¿Cómo es posible que se ejecuten tan mal constantemente? Es una vía sin explotar, desde luego.

Todo lo contrario para el rival, que siempre remata las que tiene. Y el Mar Menor no fue una excepción, pues rozó de nuevo el segundo en una falta al segundo palo. Incluso Morros, de manera directa, olió la escuadra de Olmedo.

Merino optó por fin por jugar con dos atacantes, aunque manteniendo el esquema, para los últimos veinte minutos. Cédric pisó el césped de El Pitín. Y ahí estaba dentro del área cuando Valentín ganó metros por el lado derecho, pero su centro no fue rematado con claridad.

En un balón largo, Valentín no acertó a controlar el balón. Una acción aislada que luego tampoco amortizó Cédric a la media vuelta. El CD Toledo estaba apretando, pero sin una manera clara, más allá del juego directo. Podía pasar que dejar huecos te suponga encajar el segundo. Lo hizo Silvente. Da igual. Ya no había fe. El zapatazo de Arturo Segundo casi sin tiempo fue ya una anécdota.