La comisión de Urbanismo de esta mañana quiso emular el título de la famosa novela de García Márquez, 'Crónica de una muerte anunciada'.  Fue breve, poco más de un cuarto de hora, intensa y decepcionante para una oposición que lleva mucho tiempo  pidiendo información y debate sobre los proyectos importantes para la ciudad y calificando esta convocatoria de tomadura de pelo. Y no es que la comisión de Urbanismo no tenga vida, pero los grupos están cansados de que únicamente se traten «temas técnicos o errores administrativos» y los proyectos de ciudad salgan «en la prensa» o a través de anuncios «de la alcaldesa».

«En una comisión de Urbanismo se tratan temas de ciudad, se debaten y no se imponen», protestó el portavoz de IU-Podemos, Txema Fernández, a la salida de la convocatoria. Tiene claro «que la ciudad se merece mucho más en materia urbanística de lo que nos están demostrando». Tanto su grupo como el resto llevan meses pidiendo conocer el avance del Plan de Ordenación Municipal, el futuro ferial, los avances en Vega Baja y otros proyectos de gran importancia que nunca figuran en el orden del día ni se facilita información en las convocatorias. 

«Estamos esperando a los debates que el equipo de Gobierno no quiere tener porque ha decidido arrogarse la representación de todo el Ayuntamiento y es un error», insistió Fernández, que considera que  la actitud del PSOE evidencia «que ya está en campaña electoral» porque descarta que se traten «de errores de bulto» cuando la comisión de Urbanismo lleva siendo de trámite mucho tiempo a pesar de las denuncias y protestas de la oposición. 

El cuartel de la Guardia Civil volvió a cobrar protagonismo en turno de ruegos y preguntas, tras diez minutos de comisión con asuntos técnicos sobre la necesidad de instalar ascensores en edificios en los que residen personas mayores y dar cuenta de algunos errores administrativos ligados al Plan Especial del Casco Histórico (PECHT). La futura comandancia que se levantará en La Peraleda sembró críticas, dudas y ganas de que un proyecto tan llamativo e importante se alcance «por consenso» y participación. 

el cuartel. La semana pasada se culminó el proceso administrativo para la cesión de 37.000 metros cuadrados en La Peraleda al Ministerio del Interior, un asunto que se aprobará esta semana en la Junta de Gobierno Local. Y el anuncio de la alcaldesa ha dado paso a un gran malestar en la oposición, que sigue reclamando que este proyecto debería someterse a participación porque, entre otras cosas, el emplazamiento invitará a crear «un barrio» en La Peraleda.

Fernández subrayó de nuevo que la intención del PSOE es levantar viviendas en esta zona a pesar de que no salió adelante la modificación número 29 del Plan General del 86, una opinión que también comparten otros grupos.

«El equipo de Gobierno dice que  para este proyecto cuenta con el beneplácito de la Guardia Civil, pero una infraestructura que va a crear barrio tendría que pasar, al menos, por el Consejo Social de la Ciudad», explicó la concejala de Ciudadanos, Araceli de la Calle, que apuntó también que la comisión deUrbanismo «es una tomadura de pelo».

De la Calle volvió a explicar que el debate es imprescindible porque, de otra manera, «al final se retrasará más el proyecto» o incluso puede, en su opinión, «traer problemas como ocurrió con el POM».

Por su parte, el concejal del Partido Popular, José Luis López Gamarra, también se mostró muy enfadado  porque considera que se está ninguneando a los grupos en Urbanismo. «Hay falta de seriedad» por parte del equipo de Gobierno y entiende que el cuartel es un proyecto necesario, pero exige «debate» y sospecha que la intención del PSOE «es construir en La Peraleda y también en Vega Baja».

La respuesta de José Pablo Sabrido también fue breve. Afirmó que el cuartel es necesario desde hace muchos años y el equipo de Gobierno «toma decisiones porque gobernar es eso. De lo contrario, pasarán otros treinta años sin tener cuartel». El concejal de Urbanismo no comparte los ánimos de la oposición y cree que algunos grupos municipales «estarían en un debate permanente» y no se podría avanzar.