Los positivos de Gabriel Carvajal, en el Archivo de Toledo

Justo Monroy
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El Archivo Municipal subió el pasado jueves 110 fotografías de Toledo y su provincia de este fotoperiodista del diario Ya, Premio Nacional de Periodismo Gráfico

La avenida de la Reconquista en 1981. - Foto: Carvajal Archivo municipal

Algunas son fotografías muy muy conocidas en la ciudad, gracias a la labor de Toledo Olvidado o la recopilación de imágenes del Polígono efectuada por la Asociación de Vecinos 'El Tajo'. De Gabriel Carvajal son tomas de la visita del papa al Polígono, otras del barrio de 1976, muchas del Casco con toledanos y turistas como protagonistas o las de la visita de los monarcas Juan Carlos y Sofía en 1986. Todas estas fotografías y muchas otras, hasta un total de 110 de Toledo y la provincia, se pueden disfrutar ya en la web del Archivo Municipal.

Son tomas, explica el archivero municipal, Mariano García Ruipérez, que se pudieron subir el pasado jueves gracias al permiso de la hija del autor, ya fallecido ya hace dos años. Estamos hablando de un fotógrafo Premio Nacional de Periodismo Gráfico en 1982 que trabajó durante cuatro décadas para el diario Ya. Desde Madrid parece que se desplazó en varias ocasiones a la ciudad y a la provincia y dejó este montón de maravillosas fotografías.

Y cuando hablamos de «dejar», es que Carvajal se las dejó, literalmente, en Toledo. La historia de estas fotografías en el Archivo Municipal se inició hace veinte años. Tras el cierre de la sucursal del Ya en Toledo, la redacción quedó abandonada. El propietario del inmueble quería ponerlo en alquiler y el Archivo recuperó tanto los propios ejemplares del periódico, como tres muebles de fotografías, ordenadas por fechas. Dentro estaban las copias en papel de estos positivos de Gabriel Carvajal, marcados por detrás con su sello.

Tras la muerte de Carvajal en 2021, la familia donó sus fondos al Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Pero también ha dado permiso al Archivo Municipal de Toledo para que publique estos positivos. No solo eso, sino que su  hija Laura ha escrito en homenaje un texto introductorio.

Una vida en el Ya. Referente del periodismo gráfico actual, recuerda su hija Laura, Gabriel Carvajal es estudiado hoy en día en las universidades. Su carrera comenzó a la temprana edad de 12 años, cuando en febrero de 1945 se puso a las órdenes de Martín Santos Yubero, jefe de la sección gráfica del diario Ya. Empezó como 'chico del magnesio', que daba el flash encendiendo con una mecha los polvos de magnesio depositados en una cazoleta. Este primer trabajo fue fruto de la necesidad económica imperiosa de una familia que acababa de perder al padre, víctima de la represión de los que perdieron la guerra. Por tanto, como él mismo dijo que «no llegué a la fotografía por vocación, pero cuando la conocí ya no quise dedicarme a otra cosa».

Publicó su primera fotografía en el diario Ya con tan solo 13 años, el 15 de abril de 1946. No obstante, todo el trabajo que realizó desde ese momento quedó en poder del mencionado jefe que le impedía firmar a él y a otros fotógrafos que formaban parte de 'su' plantilla. Así ocurrió hasta 1960.

Durante cuarenta años, Carvajal «fue testigo de momentos importantes e incluso históricos que han pasado por delante de su mirada, de su cámara». Fue, recuerda su hija, un verdadero maestro, con un único disparo supo captar unas imágenes impresionantes y en circunstancias de trabajo extremadamente adversas (carreras, cargas policiales, empujones, hacinamiento con los compañeros…). Sin embargo, «cuando esas circunstancias no se daban, como en muchas de las fotografías que aparecen en este página y que se conservan en el Archivo Municipal, supo darles un enfoque plástico de una gran belleza, paisajes, monumentos… que parecen postales pero también y, sobre todo, supo captar escenas de la vida cotidiana, costumbristas, que nos dan una idea de la vida y de sus gentes de aquella época y tuvo también una mirada para los pequeños detalles, rincones, farolas, letreros… que nos ofrecen tanta información. Para lograr todas estas imágenes, hay que saber verlas y hay que tener una sensibilidad muy especial para captarlas».