Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


La explotación del egoísmo

28/10/2022

Las personas tendemos a pensar que el resto de la humanidad es como nosotros mismos. Es el dicho clásico: «cree el ladrón que todos son de su condición». Pedro Sánchez, el narciso más frondoso que vieron los siglos, no le cabe en la cabeza que una persona humana sea capaz de pensar en alguien más que en sí misma y de ahí su estrategia de pretender comprar voluntades políticas a costa de los presupuestos del estado.
Su proyecto de presupuestos es hijo de esta filosofía: compremos la voluntad de pensionistas y funcionarios, y al resto de los españoles, precisamente los que tienen que producir los recursos para sostener al Estado con todas las clases pasivas, les ordeñamos hasta que no les quede una gota de sangre.
Esta forma de actuar, además de injusta, es perversa; porque se basa en fomentar el egoísmo, en dividir y si es posible crear bandos irreconciliables. Fomenta que el padre, jubilado o funcionario, meta en la urna el puño y la rosa, aún a sabiendas que su hijo, 'mileurista', si tiene mucha suerte perderá el puesto de trabajo, o en el mejor de los casos, verá mermar irremisiblemente su poder adquisitivo, porque su pequeña empresa no da para más y tiene que cumplir una desproporcionada carga social para soportar la 'generosidad' de Pedro Sánchez, para retribuir a quienes le ayudarán a permanecer en palacio.
Quiero pensar que las personas son más responsables y más solidarias que para prestarse a ese juego perverso, que consiste en pensar en uno mismo, aunque se hunda el mundo, o solo sea por propio instinto de supervivencia. La política que está diseñando Pedro Sánchez a través de sus presupuestos, no puede terminar más que en una recesión que finalmente pagarán estos a los que su egoísmo les hizo llenarse los mofletes sin pensar en el mañana.
Estoy seguro que esa ignorancia de creer que el dinero lo genera una máquina y que nada tiene que ver con los bienes y servicios que produce un país, ya está superada. Cualquier persona dispone hoy día de la suficiente información como para no creer semejante disparate, para no pensar que se pueden comer melocotones sin que nadie plante el árbol, lo riegue, lo abone, lo pode, lo cure, recoja sus frutos y los distribuya. Aunque la sociedad se ha hecho tan artificial y tan alejada de la realidad que, en muchos casos, como los niños, pueden pensar que la leche aparece en el 'súper' por arte de magia.

De cualquier forma, la intención de Pedro Sánchez no puede ser más aviesa. Realmente es a lo que ha dedicado toda la legislatura, a enfrentamientos, divisiones y chantajes, cuanto más profundos mejor, y a atraerse a las minorías radicales. Porque ¿alguien me podría contar qué infraestructura o servicio ha mejorado? ¿En cuánto se han reducido las listas de espera en nuestros hospitales? ¿En qué se ha mejorado nuestra educación? ¿Cuántas líneas de AVE se han construido en su mandato? Que se lo digan a los extremeños y castellano-manchegos del oeste de la región… Por supuesto es absurdo preguntarse por la protección que el Estado presta a los pobres propietarios de viviendas que tienen la desgracia de que se les cuele algún 'inquilino forzoso'. Se televisa en directo cómo estos ocupantes chantajean a los propietarios ¿Así, quien le votará?