Se hacía raro pasear por el entorno del Arco de la Sangre y no ver ahí, firme, a Miguel de Cervantes. Por suerte para los toledanos más nostálgicos ese vacío ha durado poco. Desde pasadas las 17:00 horas de la tarde de este jueves la famosa estatua de la ciudad ya ha vuelto a su sitio. Los operarios municipales la han colocado a la perfección pese a contar con demasiada expectación y alguna que otra cámara enfocando. Aunque, eso sí, alguna que otra gota de sudor les ha costado.

La obra de Óscar Albariño ha vuelto así a su ubicación junto al Arco de la Sangre y la calle Santa Fe tras unos días de vacaciones. Concretamente, la estatua se estaba sometiendo a labores de consolidación y fortalecimiento de su anclaje según informó el Ayuntamiento de Toledo en el momento de su retirada. 

La operación para devolverlo a su ubicación ha requerido de una grúa y varios operarios que coordinaran la actuación para que todo saliera correctamente. Dicha intervención ha requerido que, durante el tiempo que la grúa ha permanecido liderando estas maniobras, el acceso a la calle Santa Fe por la Cuesta de las Armas haya sido cortado al tráfico de los vehículos. 

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Para los interesados o los que lo hayan echado de menos en su ausencia ya pueden acudir a fotografiarse de nuevo con el ilustre Miguel de Cervantes, uno de esos puntos que hacen de Toledo una ciudad única y rica en patrimonio. Estas labores de reparación permitirá que la obra del autor del Quijote vuelva a ser epicentro de actos institucionales en el futuro Día del Libro, que se celebra el 23 de abril, tal y como ya ha ocurrido en otras ocasiones.