La renta mínima ha sido la protagonista indiscutible de la presentación del el Seminario Anual ‘El modelo de bienestar social’, organizado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES). Fue una petición tanto el presidente regional de la EAPN (Braulio Carlés) como el nacional y europeo (Carlos Susías);así como del presidente de la Junta de Comunidades, Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
García-Page pidió al nuevo Gobierno estatal una renta mínima nacional que sea igual para todos los españoles. El Ejecutivo regional, apuntó, tiene tan solo «aparcada» la renta mínima propia a la espera de que sea el Gobierno de España quien la ponga en marcha. «Yno lo hago por ahorrarme el dinero, sino por justicia», explicó el presidente. Porque igual que hay un salario mínimo interprofesional igual en todo el Estado, y una pensión mínima igual, «por la misma lógica, tenemos que apostar por una renta mínima igual en toda España, que además es lo que va a redistribuir rentas». Lo contrario sería cronificar diferencias entre unos y otros.
De ahí que reclame una ley de garantía de renta mínima en España, la misma para todos los españoles. Porque las autonomías no han llegado para hacer diecisiete países, sino para mejorar las calidad de vida de la gente y mejorar su posición, advirtió García-Page, y quienes tienen dinero pueden permitirse leyes de garantías. Y si cada autonomía sacara su propia ley, podría pasar que todas la pusieran al mismo nivel, con lo que se destrozaría algunas economías, o si depende del dinero de las regiones, las regiones ricas darían más rentas que las pobres, «y así no hay forma de equilibrar la balanza, solo cronificamos la demanda».
En cualquier caso, apuntó García-Page, «si no hay voluntad en España, nosotros no nos vamos a quedar atrás, aportaremos soluciones, y estoy dispuesto a estudiar legislación incluso en materia de hogar, y además una prestación económica».
Porque en torno a la pobreza, el presidente regional lo tiene claro. García-Page apuntó que una sociedad como la española, independientemente de su riqueza, es avanzada si cuida bien al individuo. De ahí que no pueda permitirse un treinta por ciento de gente con muchos problemas de supervivencia o de escoramiento, gente «que está no solamente pasándolo mal, sino además sin esperanzas de poderlo mejorar».
Contra la pobreza. Ya en la misma línea, el presidente regional de la EAPN, Braulio Carlés, había pedido que funcionen la Sanidad y la Educación, un Plan de Vivienda Social y de Alquiler «y, por supuesto, un sistema de rentas mínimas, que sea palanca de inclusión social». Para que este sistema de rentas mínimas funcione, apuntó a la ministra en funciones de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, es necesario un sistema estatal de rentas mínimas, complementario al de las comunidades autónomas. Es decir, España necesita de sistema nacional de rentas mínimas y una ley orgánica de bases de Servicios Sociales.
Carlés alabó la iniciativa como la lucha regional contra la pobreza de Castilla-La Mancha, la primera apoyada en toda España; el impulso de los objetivos del desarrollo sostenible y la Agenda 2030 con una consejería con esas responsabilidades; así como el envío a las Cortes de la Ley del Tercer Sector de Castilla-La Mancha, iniciativas que «ponen a esta región en una buena dirección, y muestran una inequívoca vocación de afrontar los problemas más acuciantes de las personas en mayor situación de vulnerabilidad». Tampoco pasó por alto el surgimiento de sentimientos de odio y xenofobia.
También alabó Carlés el trabajo del Ayuntamiento de Toledo desde hace más de quince años, apoyando espacios de convivencia y apoyando iniciativas sociales.
Por su parte, Carlos Susías fue más allá y apuntó que «es necesario que la Unión Europeo afronte retos que tienen que ver con los derechos de las personas y el salario mínimo a nivel europeo, con una directiva de rentas mínimas, y desde luego, afrontar todos los fenómenos de racismo que están surgiendo». Todo ello, además de un refuerzo de la estrategia de lucha contra la pobreza estatal y de la pobreza energética, además de establecer el sistema de rentas mínimas. Todo ello se ha de sumar a trabajos dignos con empleos dignos.
Susías apuntó que mientras que para los más ricos la crisis duró dos años, para los que menos recursos tienen, lleva ya nueve años «y lo que queda». De ahí la necesidad de políticas que trabajen con la pobreza, contra la exclusión social y contra la desigualdad; de políticas palanca como la estrategia contra de lucha contra la pobreza y la exclusión social, que tiene que ver con los Servicios Sociales, políticas de empleo, de pensiones, viviendas y las rentas mínimas. En Castilla-La Mancha, reconoce, toda las consejerías tienen el compromiso de cumplir este objetivo.
Pero para poder poner en marcha estas estrategias, apuntó Susías, hacen falta recursos, para eso un presupuesto estatal, y para eso un Gobierno. También hay que ver cómo se aplica el presupuesto europeo.