Se remontó a su niñez y adolescencia hilando un discurso en el que no faltaron buenos deseos para el próximo año y ‘corteses’ reivindicaciones a los poderes públicos en favor de la cultura y la educación liberal -para lo que parafraseó a Rob Riemen, en la obra ‘La idea de Europa’-: «La única oportunidad para conquistar y proteger nuestra dignidad humana».
El presidente de la Real Fundación de Toledo, Fernando Ledesma, arrancó su discurso evocando los días en los que, junto a sus amigos, jugaba al fútbol en El Miradero «nuestra ‘bombonera’», sembrando, con estos recuerdos -en los que no faltaron alusiones al Tajo, la Vega Baja, Zocodover o incluso Federico Bahamontes ‘el águila de Toledo’-, lo que un poco más adelante sería la albanza sin cuartel al proyecto del arquitecto Rafael Moneo. A él se refirió como «uno de los mejores arquitectos del mundo» y sobre su obra no pudo reprimir los excelsos calificativos para augurar al Palacio de Congresos ‘El Greco’ un futuro tan soberbio como el que está teniendo otra de sus «sublimes» obras fruto «de su extraordinario talento»:el Kursaal de San Sebastián, «un imprescindible lugar de encuentros y de celebración de acontecimientos cívicos que enriquecerán la vida de nuestra ciudad», vaticinó Ledesma para resaltar también la capacidad de Moneo para elevar edificios que integran «magistralmente en la evolución histórica de la ciudad y en el paisaje urbano».
Tras agradecer al Príncipe su presencia, y recordar que también presidió los premios en los años 1995 y 2001, Ledesma encomendó a Don Felipe transmitir al Rey, Presidente de Honor de la RFT, «en nombre de cuantos desde Roca Tarpeya trabajamos por Toledo, el más leal, afectuoso y respetuoso recuerdo».
educación pública. Fernando Ledesma destacó que los seis premios «desean expresar el compromiso de la Fundación con la cultura, la educación, las humanidades, el saber, la ciencia, la investigación, el progreso y el respeto a la Ley». Un compromiso para el que pidió la colaboración y el esfuerzo de los gestores políticos, sin olvidar que «toda Europa vive tiempos de crisis». No obstante, Ledesma acudió a unas reflexiones el Premio Nobel Vargas Llosa sobre dos obras de Karl Popper, «con las que no podía estar más de acuerdo», para defender «‘una educación pública de alto nivel’»y «‘una vida cultural intensa y accesible al mayor número, a fin de crear una igualdad de oportunidades’» que impida «‘la creación de privilegios heredados’».
Por ello, no dudó Ledesma en sentenciar que «será siempre poco cuanto se haga por la educación y la cultura, especialmente en aquellas sociedades, como la española, en que las oportunidades no están igualmente repartidas y la carga del sacrificio recae más sobre unos que sobre otros».
Tras reafirmar el compromiso fundacional de la Real Fundación de Toledo, Fernando Ledesma verbalizó sus más profundos deseos para 2013 entre los que no podía faltar que se «avance en el tratamiento de la llamada Vega Baja». En este punto confió en que «el acierto gobierne las decisiones que deben ser adoptadas» para que este enclave se convierta «en el símbolo de la conciliación entre el pasado, el presente y el futuro, en el ejemplo de la mejor defensa del patrimonio cultural».
La «aprobación de una ley autonómica para la protección de los paisajes»; que «el padre Tajo, el Tajo amado (...) recupere el vigor de su condición de gran río», y que la celebración en el 2014 del Centenario de El Greco «sirva para que Toledo potencie su significación en el mundo entero», fueron los otros deseos expresados por Ledesma que concluyó su discurso llamando a los políticos al «pacto, el consenso y el diálogo» para «resolver cuanto antes los problemas de ámbito nacional que nos preocupan», y mostrando el compromiso de la RFTcon la petición que Don Felipe realizó en su discurso del presente año 2012 en Oviedo: «Cumplir cada uno con nuestras responsabilidades y que promovamos un espíritu colectivo de superación, ilusión y esperanza».