El acuerdo para la resolución del contrato de construcción del remonte mecánico Safont-Miradero alcanzado entre el propietario (Gicaman) y las contratistas (Dragados-Antolín García Lozoya) se ha fijado en 244.000 euros que equivalen al 6% del precio de la obra que queda por ejecutar. Echando números, la operación da como resultado un ahorro en torno a 1,75 millones de euros, cantidad que podría ser superada en función del precio final de la segunda adjudicación.

El valor de referencia son los 4.488.667 euros que la unión temporal formada por Dragados SA y Construcciones Antolín García Lozoya SA ofertaron para conseguir el proyecto hace casi tres años.

Teniendo en cuenta que hasta el momento de la paralización por el Gobierno regional las empresas han entregado certificaciones de obra por valor aproximado de medio millón de euros, y sumando el dinero del acuerdo de resolución, el coste efectivo la obra está en los tres cuartos de millón.

Añadiendo los  2.037.047 euros que el nuevo concurso establece como tope para la licitación, el resultado entre el primer concurso y el segundo son esos 1,75 millones de ahorro. Queda por saber si habrá empresas que pujen bajo las nuevas condiciones y su nivel de interés, o lo que es lo mismo, hasta qué punto está dispuestas a reducir el precio para hacerse con el contrato.

En este punto hay que recordar que el primer concurso tenía como presupuesto 6.415.131 euros  y la oferta más alta fueron 5.964.147 euros (Construcciones Villegas SL) mientras que la menor se situaba en 3.912.588 (UTE Sedesa Obras y Servicios SA – FAIN Ascensores SA). Del conjunto de las 20 candidatas que se presentaron, había cinco por debajo del precio de la oferta ganadora.

La obra. Con el nuevo presupuesto  las empresas tienen que calcular si les da para realizar un proyecto que corresponde a la tercera  fase del Palacio de Congresos, con un  diseño elaborado por Rafael Moneo, Joan Busquets y Jesús Jiménez en forma de túnel excavado en la ladera que cruza por debajo de la muralla hasta conectar con las escaleras del Miradero y se compone de un remonte mecánico y de un ascensor con capacidad para 13 plazas que garantiza la accesibilidad de personas con dificultades de movilidad. La obra tiene un plazo de ejecución de 14 meses.

La parte esencial consiste en la excavación de la ladera situada entre el parque del Granadal y el Miradero con el fin de empotrar una estructura de hormigón armado dentro de la que van a instalarse escaleras mecánicas, un ascensor panorámico, una escalera convencional, aseos y una oficina de control.

Hay que horadar  un hueco para un pasillo de nueve metros de anchura pero las modificaciones han eliminado la excavación de  casi 56 metros hasta tocar el fondo donde iba a situarse el ascensor que ahora queda en la fachada de entrada La escalera mecánica se sitúa nada más entrar al pasillo y se compone de dos tramos dobles, para subida y bajada, en cuya zona intermedia va un ventanal con el fin de reducir la sensación de agobio que dan los túneles.  Para más seguridad se instalarán megafonía, alumbrado de emergencia y sistema de cámaras.

En el exterior, la parte urbana del proyecto consiste en arreglar el paseo que va desde la puerta de este nuevo remonte hasta la estación de autobuses con el fin de favorecer el tránsito peatonal y también de acercar lo máximo posible el transporte urbano.

Al pie del remonte se abrirá un circuito con el fin de que los autobuses lleguen sin necesidad de maniobrar. Para la descarga de viajeros, a un lado se abren unas dársenas donde pueden aparcar sin entorpecer a otros vehículos y que luego permiten fácilmente reincorporarse al tráfico. Para reducir el contacto entre peatones y tráfico se crea el paseo arbolado con aceras más anchas.