Acusados de blanqueo se afanan en declarar el origen legal de su dinero

J.A.J./Toledo
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El hijo mayor reconoce que casi todos sus ingresos los cobraba «en B», pero su hermano y sus padres explican el origen de sus ingresos para desvuncular su origen del tráfico de drogas

Los acusados proclamaron su inocencia. - Foto: V.B.

Los cuatro miembros de una familia vinculada a Quintanar de la Orden acusados de un presunto delito de blanqueo de capitales procedentes del tráfico de drogas se han afanado en intentar demostrar el origen legal de su dinero. Han comparecido ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, para afrontar un juicio que puede costarles cinco años de prisión y un millón y medio de euros de multa para cada uno.

Los procesados transmitían la imagen de la típica familia trabajadora del barrio del Sur de Madrid en el que residen habitualmente, correctamente vestidos y visiblemente nerviosos ante el trance que estaban pasando. Los padres son Juan Carlos G.A.M.. y Gregoria B.G., él prejubilado de banca y ella ama de casa. Fueron acompañados de su hijos treinteañeros Daniel G.A.B., operario de electricidad, y el mayor, Juan Carlos G.A.B., sobre el que recae la mayor parte de la acusación al denunciar la fiscal que tuvo incremento no aclarado de su dinero en efectivo y cuentas corrientes de aproximadamente medio millón de euros entre 2000 y 2006. Sobre éste pesan además, todas las vinculaciones directas con el tráfico de drogas al haber sido condenado por narcotráfico en 1996 y ser detenido con otras tres personas cuando viajaba en un coche en el que se encontraron estupefacientes y unos 15.000 euros en efectivo.

A preguntas del fiscal, el mayor de los hermanos aclaró que en la época investigada contaba con más ingresos que los 6.000 euros anuales que cobró de una empresa de ferralla primero, y de una pensión de la Seguridad Social tras un grave accidente de tráfico en 2002. Para empezar, una indemnización que percibió por este siniestro de unos 194.000 euros. Pero, aparte, explicó que desarrollaba una importante actividad como organizador de fiestas y diseñador de páginas web, además de la compraventa de coches. «He trabajado desde los 18 años», insistió, aunque reconoció que la mayor parte de sus ingresos los cobraba «en B», por lo que no dejaban rastro.

Este acusado también negó que llegara a producirse una inversión de 100.000 euros en un chalé que compraron sus padres en Quintanar de la Orden para instalar elementos como una bañera de hidromasaje con mármol, como denunció la fiscal. Comentó que la obra, en realidad, no llegó a 18.000 euros.

 

Dinero de una herencia.

El resto de acusados están unidos a Juan Carlos G.A.M. por hechos como compartir la titularidad de cuentas o la adquisición de fincas. El padre de familia explicó que cuenta con unos ingresos de 30.000 euros anuales por su antiguo puesto en la banca, mientras su mujer señaló que cobra en torno a 400 euros mensuales como limpiadora, y su hijo pequeños unos 1.200 euros al mes

Explicaron que en la compra de estos bienes usaron diversos ahorros de la familia, como una cuenta de ahorro vivienda del hijo pequeño. También señalaron contar con ingresos extraordinarios como unos 20.000 euros procedentes de una herencia. Ya entrando en detalles, el padre explicó el trasiego de ingresos y retiradas de fondos de una cuenta investigada en las promociones de regalos que ofrecía el banco por una imposición a plazo fijo, que luego renovaban.