La cooperativa del 'corralito' esquiva por el momento su disolución

J.A.J./Toledo
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Según asistentes a la asamblea de la Cooperativa San Isidro, la dirección ha encontrado una vía de financiación alternativa para evitar que los socios tengan que inyectar unos 660.000 euros para mantenerla

La asamblea ha generado una comprensible expectación en este municipio de la Campana de Oropesa. - Foto: Manu Reino

La cooperativa San Isidro de Parrillas no cerrará, al menos por el momento. La dirección de la entidad agraria, que cumple las funciones de un banco para la localidad, ha expuesto a los socios vías de financiación alternativa que evitan que estos tengan que aportar por ahora los 660.000 euros que les solicitaban para mantenerla en funcionamiento. Así lo han asegurado a este medio asistentes a la última asamblea de socios de la cooperativa, en cuyo Orden del Día se había planteado reclamar esta inyección económica, que ha quedado soslayada ‘in extremis’, para evitar su quiebra.

El cónclave de socios de la cooperativa se celebraba ayer precedido de semanas de tensión en esta localidad de 400 habitantes de la Campana de Oropesa. El motivo fue la imposición de un ‘corralito’ en su sección de crédito por falta de fondos, lo que llevó a racionar las disposiciones de efectivo, por ejemplo, para los jubilados que cobran su pensión a través de la entidad. La reunión, que arrancaba sobre las 12 del mediodía, se demoró hasta bien mediada la tarde.

En ella, los responsables de la cooperativa explicaron que disponían de otras posibilidades para reequilibrar sus cuentas sin tener que acudir a los socios, lo que evitaba la disyuntiva de que la entidad tuviera que disolverse si estos se negaban a aportar los fondos.

Durante la reunión, también se explicó que los actuales problemas económicos de la entidad están generados por operaciones de crédito que han resultado fallidas y que han obligado a la cooperativa a asumir diversas propiedades y sus cargas. Entre ellas, destaca unos terrenos en Alberche del Caudillo, donde ha quedado obligada a asumir el coste de infraestructuras como una rotonda para su urbanización.

La actual dirección, según pudo deducirse del desarrollo de la asamblea, continúa en sus puestos.

Cooperativa de primer grado.

La cooperativa San Isidro es una entidad constituida a mediados de los años 50, que comenzó con la adquisición de un molino para los agricultores y ganaderos de la localidad. Desde entonces, fue creciendo hasta convertirse en 2002, en una cooperativa integral de primer grado. Tiene en propiedad la gasolinera de Parrillas y posee un bar que arrienda en la plaza principal del municipio.

Con su sección de crédito, convertida en la única oficina bancaria de la localidad, la cooperativa se dedicaba a adelantar cantidades económicas a los asociados para sus necesidades. Entre ellos, no sólo hay vecinos de Parrillas sino también de poblaciones cercanas. Desde hace unos tres meses, se fueron intensificando los problemas de falta de efectivo para sus asociados.