El Ayuntamiento de Parrillas esperará, antes de adoptar decisiones  sobre la crisis de crédito de la cooperativa San Isidro, a la asamblea que celebrarán finalmente hoy los socios de esta entidad para decidir su futuro. Hay que recordar que los miembros de esta asamblea deben decidir si están dispuestos a acometer una inyección de 660.000 euros para sacarla de su actual situación de «quiebra técnica), como la define el teniente de alcalde Pedro Antonio López, o en caso contrario instan a su liquidación. Esta última opción podría suponer para los socios la pérdida de las aportaciones que han ahorrado en las cuentas de la entidad, cuya sección de crédito ya ha limitado las disposiciones de efectivo en una suerte de ‘corralito’ bancario.

López comenta que la crisis de la cooperativa ha sido abordada en el Consistorio aprovechando el Pleno celebrado ayer para elegir los miembros de mesas electorales para las próximas elecciones europeas. Aún así, el teniente de alcalde explica que el Consistorio sabe básicamente lo mismo que cualquier vecino, lo que figura en el Orden del Día de la Asamblea.  «Seguramente, que la situación sea de quiebra técnica y los estatutos recomiendan en ese caso un reequilibrio del patrimonio. Si no se produce el reequilibrio (lo que costaría a los socios y las aportaciones voluntarias para que la cooperativa pueda funcionar con normalidad, en ese caso los estatutos dictan que debe producirse una propuesta de disolución», resume. El teniente de alcalde añade que los estatutos de la cooperativa prevé, en el caso de  disolución, el nombramiento de tres socios que actuarían como liquidadores. Estos son los que decidirían si «se puede hacer una liquidación ordenada o se debe ir al corcurso» de acreedores, quedando la empresa bajo el control del Juzgado de lo Mercantil, que dictaminaría su futuro en una situación práctica de suspensión de pagos.

López reconoció que «en parte, en el Ayuntamiento resultamos afectados -por la crisis de la cooperativa-aunque no somos de los mayores perjudicados». El teniente de alcalde señaló, pese a la falta  actual de información sobre la situación detallada de la cooperativa, que «por lo menos se están siguiendo los estatutos» con la convocatoria de la asamblea.

Para entender como afectaría una quiebra de su cooperativa a esta población de 400 habitantes de la campana de Oropesa, hay que entender que su Sección de Crédito es responsable de la única oficina bancaria de Parrillas y presta servicios bancarios como la gestión de pensiones y el otorgamiento de préstamos a sus socios.  Un indicativo propio de los problemas que ahora pasa es que haya racionado las disposiciones de efectivo a sus clientes pensionistas a entre 200 y 300 euros al mes.

La cooperativa también es responsable de la única gasolinera del pueblo y de un bar en su plaza principal.