El secretario del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Toledo, Juan Carlos Conde, a lo largo de la charla que ofreció ayer en las jornadas sobre violencia de género organizadas por el Colegio de Abogados, repasó la evolución de las reformas legales en materia de violencia de género. Un proceso que llegó a 2004 con la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género y que calificó de «positivo» si bien lamentó que «hayan sido muchas las víctimas asesinadas a manos de sus parejas o exparejas desde dicho año aunque el dato va bajando». Así, consideró que la trascendencia de las leyes y la conciencia social «van dando sus efectos aunque los resultados no llegan a ser todo lo positivos que nos gustaría».

Conde recordó que el trabajo con las víctimas de la violencia de género «es duro» en los juzgados de Toledo, «donde el nivel de denuncias está por debajo de la media nacional».

Conde además denunció cómo el juzgado que trata esta problemática en Toledo no es exclusivo de violencia de la mujer, lo que ha producido que desde su creación, en 2003, «esté saturado». «Esto provoca que los procedimientos se dilaten ante la falta de medios materiales y personales, datos que el Ministerio de Justicia tiene que tener muy en cuenta porque un procedimiento penal de violencia puede llegar al año o al año y medio aunque las garantías, como las órdenes de protección, se dan en 24 o 48 horas». También afirmó que esta lacra «seguirá hasta que nos concienciemos en fomentar, desde la educación en casa hasta en el colegio, la igualdad entre un hombre y una mujer».