«Lo consideramos todo un acierto, porque en este tiempo desde que están los grupos ROCA han bajado el número de robos, al menos son menos los socios que nos llaman informando de un hurto», dice la presidenta de Asaja-Toledo, Blanca Corroto, en relación con la puesta en marcha de este nuevo servicio de lucha contra los robos en explotaciones agrícolas y ganaderas.
«La mayor presencia de guardias civiles por los caminos da más sensación de seguridad y de protección», indica Corroto, que pone el acento en el elemento disuasorio que implica la puesta en marcha de los ROCA, no en vano «algo que parecía que no iba a llegar nunca, finalmente ha llegado».
Para la presidenta de Asaja, este servicio es algo que «estaba haciendo mucha falta», de ahí que su valoración, y a falta de datos contrastados, sea más que positiva. Sin embargo, Corroto recuerda la importancia de la colaboración ciudadana y, en ese caso, de los profesionales del campo. En este sentido, recuerda que desde la organización que lidera en Toledo se ha animado a los agricultores y ganaderos a denunciar ante la Guardia Civil cualquier hecho que consideren fuera de lo normal, aunque a priori pueda parecer una cuestión intrascendente.
«Hay cosas que pueden parecer una memez pero que puede ser determinante para impedir un robo», recuerda, sin olvidar que tanto o más necesario que la presencia de la Guardia Civil en el campo es el endurecimiento de las penas para los ladrones, porque si bien estos pueden ‘colocar’ su botín por apenas 400 euros, los «daños colaterales» que generan en las explotaciones se pueden multiplicar por 20.
En esta misma línea se pronuncia la secretaria provincial de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA),Elisa Fernández, que si bien valora positivamente la llegada de los ROCA a la provincia, prefiere esperar a tener datos concretos sobre la efectividad del servicio.En cualquier caso, como cualquier ciudadano, se alegra del mayor control de los robos en el campo.
«Es positivo que haya grupos que se dediquen de forma exclusiva al tema del campo, y nosotros estamos aquí para colaborar en lo que podamos», señala, aunque sin duda para Fernández lo más importante es el endurecimiento de las penas, una reforma del código penal que «tiene que salir lo antes posible», y no sólo en lo referente a los ladrones sino también hacia los empresarios que adquieren la mercancía a sabiendas de que es robada.
«Muchas veces se coge a la gente y al día siguiente está en la calle y creo que esto tiene que ser frustrante hasta para los propios agentes», indica Fernández, que agrega que ahora es un buen momento para analizar los resultados de la puesta en marcha de los ROCA, ya que estamos en plena época de recogida de aceituna y es habitual que se produzcan hurtos en los olivares. «Por lo menos que los que tienen la mano larga sepan que están más vigilados», subraya.