Eduardo, un vecino de 25 años de El Torrico, salió el miércoles por la tarde a pasear con su perro por los alrededores de este municipio de 800 habitantes de La Campana de Oropesa, tal como hacía con mucha frecuencia, pero no regresó al domicilio familiar. La tardanza alertó a sus allegados, que se pusieron a buscarlo inmediatamente. Finalmente, hacía las 23 horas, lo encontraron muerto a un kilómetro del casco urbano, alcanzado supuestamente por un rayo desatado durante una tormenta eléctrica.

El fallecimiento del joven ha consternado a esta pequeña localidad, cuyo ayuntamiento decretó ayer dos días de luto, teniendo en cuenta que siempre había residido en esta población. Eduardo G. J. pertenecía a una familia muy querida de El Torrico y hoy será enterrado en principio a partir de las 10 horas en el cementerio municipal. «Es una muerte que nadie se espera», comentaba a este diario al respecto el alcalde, Antonio Serrano.

Los agentes de la Guardia Civil informaron a los servicios de emergencias a las 22,56 horas del hallazgo de este joven en estado de inconsciencia, pero nada se pudo hacer por salvar la vida a Eduardo, cuyo perro permaneció a su lado durante esas horas. No obstante, hasta el conocido como el camino de El ‘Melchor’, se desplazaron un médico de urgencia, así como una UVI y una ambulancia de soporte vital básico.

Los servicios forenses practicaron ayer la autopsia en Toledo a la víctima. Desde un primer momento, se apunta la hipótesis de la descarga eléctrica por un rayo como causa de la muerte.

Los vecinos de El Torrico consultados subrayan que este joven, que estudiaba actualmente un curso de formación, salía siempre a correr y a pasear con el perro por los caminos de los alrededores de esta pequeña localidad de La Campana de Oropesa y recalcan que su familia es muy apreciada en la población.