El escritor argentino Andrés Vázquez se acercó ayer a Toledo para descubrir la rocambolesca y extraña historia del cadáver embalsamado de Eva Perón. Durante 16 años, el cuerpo de esta dama de la política argentina estuvo ‘viajando’ por el mundo. Años de angustia que terminaron cuando se entregó el cuerpo a su marido, el General Perón que se encontraba exiliado en Madrid en 1970. «Se le entrega como una manera de sobornarle para que no se presentara a las elecciones de Argentina del año 1973», concreta. Durante la charla en la librería Hojablanca, Vázquez se apoya de un libro del Doctor Pedro Ara que fue quien embalsamó el cadáver.

La idea original de hablar de este hecho, tan macabro como anecdótico, surge de un libro que acaba de salir a la calle escrito por Andrés Vázquez llamado La Familia en el que recoge la vida y vivencias de un amigo argentino que vivió una escena con el cadáver embalsamado de Eva Perón.

«Mi amigo siempre recordaba el  impacto que le había supuesto ver el cadáver de Eva Terón, Su marido tenía el cuerpo de su mujer, cuando ya lo recuperó, en un ataúd pero situado en la mesa del comedor. Perón invitó a mi amigo a tocar el cuerpo y era algo que siempre contaba. Es una de las anécdotas de este nuevo libro, y de ahí viene la charla», explicó.

La figura de Eva Perón era especialmente mediática, algo que parece se repite en la actualidad con políticos como Pablo Iglesias. Vázquez, que vive en Madrid pese a sus raíces argentinas, también ve ciertas similitudes, aunque guardando las distancias. «Eva Perón tenía unas medidas populistas, como Pablo Iglesias. Pero es diferente, ella se había ganado el cariño de los pobres con una fundación que ayudaba a la gente sin recursos. Todos los miércoles iba el pueblo a pedirle cosas, desde una cama, a comida o dinero», recuerda Vázquez apodándola con el nombre por el que se la conocía en aquel momento: la reina de los descamisados.

El tiempo transcurrido entre la muerte de Evita y el actual, más de cincuenta años, hacen muy diferente en análisis de la política del país y su forma de hacer política. Para Vázquez, la actual presidenta de Argentina siempre ha querido ser una Eva Perón, «pero no se puede ser si eres corrupta».