Chema, un vendedor con suerte

M.G
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Este joven ha conseguido un buen premio recientemente, aparecer en un millón de cupones de la ONCE en el sorteo del jueves con motivo del 80 aniversario de la organización. Lleva menos de tres años trabajando como vendedor y le gusta la experiencia

Chema García Carrasco. - Foto: Víctor Ballesteros

A Chema García Carrasco le dieron la enhorabuena una mañana en la Delegación Territorial de la ONCE y en un primer momento pensó que habría dado algún premio gordo a sus clientes, pero la felicitación no iba en esa dirección. Este joven, que acaba de cumplir 31 años, se ha convertido en el protagonista del cupón conmemorativo del 80 aniversario de la organización, sorteo celebrado el jueves pasado.

Un cálculo rápido arroja un millón de boletos en España con su cara. Un buen regalo que todavía le sorprende porque pensó que aquel fotógrafo oficial de la entidad que llegó un día a la sede querría tener material para la web o para otras labores corporativas, pero no se imaginó que su imagen aparecería en un boleto junto «a otra compañera de Toledo».

Chema no ha parado de vender  sus cupones en Buenavista, la Avenida de Irlanda y toda la zona por la que habitualmente se mueve a diario. Todos sus clientes querían los boletos conmemorativos, unos porque le aprecian y lo quieren de recuerdo y otros por si la suerte venía de cara. «Me ha ocurrido algo muy curioso. Los vendí todos, así que cuando fui a Santiago de Compostela me tuve que comprar el cupón para tenerlo». Y no quería que se le olvidase porque en una ocasión repartió los cupones en la delegación y no cogió el suyo y al día siguiente se enteró de que había repartido 200 euros.

Está contento, pero el año pasado por estas fechas tuvo un problema en su ojo derecho -en el que perdió la visión con 16 años- por un golpe y le tuvieron que operar y extraérselo. Lo cuenta como una anécdota más. «Se me cayeron las gafas y me metí sin querer el dedo en el ojo con mucha fuerza». Le queda el otro, como dice él, aunque también está afectado por un glaucoma. «De momento, me voy apañando», comenta sin más, con una actitud positiva y adaptativa que llama la atención.

Chema es bueno en su trabajo, aunque él no lo diga, porque se gana a los clientes por su simpatía. Lleva más de dos años trabajando en la ONCE y está muy contento con el resultado. Es uno más de los cerca de 50 vendedores en la ciudad. La organización mantiene cerca de 200 en la provincia, 630 en Castilla-La Mancha y unos 20.000 en España.

Conocía bien la organización porque lleva afiliado desde muy pequeño y decidió probar suerte como vendedor tras un ofrecimiento «por falta de trabajo». Estudió grados medios de Administrativo y Empresariales, aunque la mala salud del mercado laboral le obligó a realizar tareas de limpieza y otros trabajos puntuales, pero necesitaba una estabilidad económica y decidió probar.

«La experiencia está siendo muy buena», explica tras colocarse su chaleco verde lleno de cupones antes de iniciar su habitual recorrido.  «Tengo todo tipo de clientes, los que piden siempre el mismo número, otros que quieren terminaciones específicas». El trece gusta bastante e intenta tenerlo siempre disponible. Mantiene una amplia cartera, conoce el gusto de todos, pero se marca retos para ir ganando ventas, ya que son el complemento a un sueldo fijo, como le ocurre a cualquier comercial de una empresa. Chema no para. Por las mañanas en Buenavista y las tardes en el Centro del Agua, en Palomarejos, otro punto de venta con bastante tirón.

Todas las mañanas, Chema comprueba si ha dado algún premio importante. Lo está deseando, pero, de momento, se conforma con las cuatro cifras en uno de los sorteos y con los 750 euros que repartió a un señor con uno de los ‘Rascas’ de la ONCE. «Al principio  no le tocó nada con los dos primeros y me dijo que le diera otros dos y en uno de ellos estaba el premio. 750 euros que le arreglaron el mes, seguro», sonríe. Yconfía en dar pronto alguno más.

A Chema le hace gracia lo que le comentan cuando se acerca la gente a comprar cupones o a probar suerte en otros muchos juegos de la ONCE. «Dame uno que toque, me dicen siempre...  Yes lo que me gustaría dar a mí...»

«¡Tengo uno muy bueno!», suelta de repente con una sonrisa que aniña su cara. El reportaje no podría terminar de otra manera y Chema ofrece un cupón para el sorteo del 1 de enero. «¿Te imaginas que toca?», soltamos casi a la vez. En ese caso habría que publicar otro reportaje y él sería protagonista por segunda vez. Habrá que probar por si hay suerte.