Óscar del P. siguió por videoconferencia y sentado en una silla de la cárcel la segunda y última sesión del juicio en la Audiencia Provincial. Con una sudadera blanca y vaqueros, escuchó los pormenores de la investigación de la Guardia Civil que desembocó en su detención por la muerte de José Luis Vázquez 17 meses después de los hechos. El juez cedió el testigo al acusado para que tuviera la última palabra y sorprendió que armara un discurso breve de disculpa porque ya tiene pactada la condena de 10 años y medio de cárcel tras el reconocimiento de los hechos. «Creo que merezco lo mismo que hice», dijo ‘El grande’, tal y como lo apodaban sus amigos también acusados.

Las palabras de Óscar del P. remataron una sesión breve que supuso un desfile de agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación y la búsqueda infructuosa del cadáver del empresario José Luis Vázquez, secuestrado en Illescas y tiroteado el 7 de mayo de 2014. «Nada de lo que diga vale para reparar el daño ni aliviar el dolor. Pido perdón a la familia y amigos, y en especial a sus padres. No tiene perdón de Dios. Creo que merezco lo mismo que hice. Pido perdón», dijo como cierre del juicio este individuo corpulento que preparaba un secuestro similar con un cruel desenlace.

Esta circunstancia precipitó el 14 de octubre de 2015 la detención de los cuatro acusados, según relató uno de los tres instructores de la investigación de la Guardia Civil. Los agentes intervinieron las comunicaciones y escucharon cómo planeaban un nuevo secuestro con una tortura al rehén. También hablaban de cómo deshacerse del cuerpo.

«Estoy plenamente convencido de que está muerto», dijo uno de los tres sobre el paradero de José Luis Vázquez, a cuenta de que el cuerpo no ha aparecido, después de que Óscar del P. arrojara el cuerpo al río Tajo tras tirotear a la víctima.

Cuatro días anduvieron los especialistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil buceando en la zona señalada del río Tajo, entre Mocejón y la estación de Algodor, pero había pasado mucho tiempo y no localizaron el cuerpo. El río arrastraba mucho caudal y fue imposible hallar el cadáver en el dispositivo, que incluyó agentes a pie, perros especializados y un dron.