La economía del Ayuntamiento de Toledo cumple -a mitad de año- el principio de estabilidad entre ingresos y gastos, está por debajo del techo de gasto y se mantiene dentro de los parámetros autorizados para el nivel de endeudamiento. Así lo indica el informe de ejecución del presupuesto elaborado por el interventor al finalizar el segundo trimestre. Si la evolución continúa como hasta el pasado 30 de junio, la proyección a 31 de diciembre dice que el año acabará con un superávit de 176.059 euros, que los gastos serán inferiores en medio millón respecto a los 75 millones previstos y que la deuda bancaria se situará en el 64% de los ingresos corrientes, relativamente lejos del límite de 75%.

Al mismo tiempo, se ha remitido al Ministerio de Hacienda el informe de seguimiento del plan de ajuste económico donde se hace un repaso de los hechos que tienen incidencia directa sobre los resultados presupuestarios. De especial interés para los proveedores comerciales es que se espera una reducción del periodo medio de pago por debajo de los 70 días (68,46, para ser exactos). La deuda comercial pendiente de pago al cierre del segundo trimestre del año era de 3,3 millones.

Alivia la situación general  del Ayuntamiento la ampliación por un año más del periodo de carencia del préstamos suscrito para pagar a los proveedores. «Incrementará las disponibilidades líquidas y mejorará el saldo de la deuda comercial», explica el informe.

Ente los problemas sobre los que vuelve a insistir el interventor destaca que «se incumplirá» el ahorro de 1,3 millones previsto por el nuevo contrato de transporte ya que sigue pendiente. Lo mismo ocurre con la Estación de Autobuses que la Junta ha bloqueado el traspaso y acarreará unas pérdidas cercanas a los 345.00 euros. Como solución ya está previsto sacarla a concurso para la gestión privada.

El Ayuntamiento tiene también en el horizonte inmediato resolver (e indemnizar) el contrato de la vieja depuradora y hacerse cargo de pagar la nueva con anualidades de 1,8 millones, en buena parte con una subida de la tasa de alcantarillado «en el año 2016» para recaudar 750.000 euros.

Tanto para los autobuses como para la depuradora, el interventor recomienda adjudicar lo antes posible los nuevos contratos.

En el repaso a las incidencias que afectan a la evolución de los ingresos y gastos recuerda la menor recaudación del IBI (1,27 millones) y de las plusvalías (0,9 millones) por el coeficiente reductor de los valores catastrales urbanos. El recorte del recibo de la basura supuso otro cuarto de millón menos. En el IBI recuerda que se amortiguo el golpe aumentado el tipo impositivo.

Las esperanzas para compensar la caída del todo, aún no confirmadas, están en la inspección tributaria que debe rescatar 1,9 millones de errores y defraudadores.

La Empresa Municipal de la Vivienda continúa con sus penalidades y, según el interventor, no será capaz de cumplir la amortización de dos préstamos hipotecarios (en total 4,7 millones) que esperaba liquidar con la «dación en pago» a favor de los bancos con los que firmó las operaciones. Su función de promover vivienda seguirá atascada ya que tampoco podrá acudir al endeudamiento proyectado de 7,3 millones.

Según el informe, la EMV no tiene aún aprobado su plan de saneamiento debido a que no solicitó autorización al Ministerio de Hacienda para realizar operaciones de crédito.